La Conmebol decidió que la final de la Copa Libertadores de América entre Boca juniors y River Plate se juegue fuera de Argentina, luego de la suspensión del sábado por incidentes durante la llegada del plantel xeneize al Monumental de Núñez. De todas maneras, aún no se sabe cuál será la sede del partido. “Es difícil, porque para que no haya incidentes no puede haber argentinos, y el único lugar del mundo en donde casi no hay argentinos es las Malvinas, pero si se juega ahí es un papelón”, reconoció una fuente de la Conmebol. Las tres alternativas que se manejan son jugar el partido en Miami, en Qatar, o en Asunción del Paraguay. A última hora de ayer las autoridades cataríes aclararon que no ofrecieron un estadio para que se dispute allí la final. “Nuestro ofrecimiento es instalar una cancha en un terreno en medio del desierto. Es el único lugar en el que podríamos evitar que los hinchas argentinos aparezcan. Los estadios no se los damos ni en sueños, los pueden destruir”, declaró un funcionario del gobierno catarí. Un funcionario del gobierno de Mauricio Macri reconoció que la idea de jugar en Qatar, o cualquier otro país de la península arábiga, es “muy interesante”. “Es cierto que los barrabravas son un problema, pero acá el verdadero problema son los periodistas que dan una manija tremenda. Y en los países árabes se los puede suprimir fácilmente, sin que te salgan con la libertad de prensa. Es más, yo creo que Arabia Saudita sería la mejor opción”.
Qatar aclara que no ofreció un estadio para jugar el superclásico argentino, sino un terreno en el desierto para instalar una cancha
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