Una nueva cumbre del G20 –la primera que se celebra en Sudamérica– comienza hoy en una capital argentina completamente blindada. Se prevé que, hasta mañana, los mandatarios que integran este grupo se centren en tres puntos, según se lee en la agenda oficial: “El futuro del trabajo”, “Infraestructura para el desarrollo” y “Un futuro alimentario sostenible”.

Varios gobernantes aterrizaron en Buenos Aires ayer, y algunos de ellos mantuvieron encuentros bilaterales con el presidente anfitrión, Mauricio Macri. Es el caso del presidente francés, Emmanuel Macron, quien recomendó al gobierno argentino que impulse una legislación laboral “moderna” para adaptarse al “mundo que se viene”.

Por otro lado, Macron dijo que para que su país apoye un acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur debe “plantearse” antes si el cambio de gobierno en Brasil, que estará encabezado por Jair Bolsonaro, implicará alguna modificación en la política climática. El mandatario francés se refería así a las declaraciones que el presidente electo brasileño hizo contra el Acuerdo de París sobre el cambio climático. “No estoy de acuerdo con firmar acuerdos comerciales con países que no respetan el Acuerdo de París”, manifestó.

Estaba previsto que en la madrugada llegaran a Argentina los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y Rusia, Vladimir Putin. Ambos tenían previsto mantener un encuentro bilateral en el marco de la cumbre para hablar sobre temas como la lucha contra el terrorismo y el desarme nuclear. Sin embargo, el estadounidense anunció durante el viaje que decidió cancelar la reunión en repudio a las detenciones de buques ucranianos por parte de Rusia en el mar Negro, que tuvieron lugar el domingo.

Trump sí se reunirá mañana con el presidente de China, Xi Jinping. Si bien se prevé que acerquen sus posturas para frenar la guerra comercial entre los dos países, el estadounidense se mostró ayer ambiguo y dijo que aunque está “muy cerca de hacer algo” con su par chino, “no sabe si quiere hacerlo”.