La Fiscalía de la ciudad de Frankfurt, situada en el estado federal de Hesse, está llevando adelante una investigación ante las sospechas de que existe una célula neonazi en la Policía alemana. El caso, difundido ayer por medios alemanes, ya generó la suspensión de cinco policías, cuatro hombres y una mujer. Se los acusa de haber intercambiado mensajes racistas y de extrema derecha en un grupo de chat, y de haber enviado una nota amenazante a la abogada Seda Basay-Yildiz, nacida en Alemania pero de ascendencia turca. Se trata de una defensora de familias de víctimas de ataques xenófobos y de personas acusadas de ser militantes radicales islámicos.

Según se informó, los policías amenazaron a Basay-Yildiz con matar a su hija de dos años de edad si no abandonaba el país. “Será mejor que te vayas de acá mientras estás viva, cerda”, decía el texto, en el que se incluía el nombre de su hija y la dirección de la casa de la abogada. Estos elementos llevaron a sospechar a las autoridades de que el autor de la amenaza debía formar parte de grupos con acceso a información confidencial; así fue que se logró determinar que el mensaje había sido enviado desde un fax de una comisaría de Frankfurt. En declaraciones al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, Basay-Yildiz dijo que está acostumbrada a recibir amenazas, pero aclaró que esta fue la primera vez que eran dirigidas a su hija y que fueron enviadas a la dirección de su casa.

Un dato que abona la teoría de que la amenaza proviene de una célula neonazi es que la amenaza enviada a la abogada fue firmada con la sigla NSU 2.0, una referencia al grupo terrorista neonazi Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), una organización que entre 2000 y 2007 asesinó a nueve inmigrantes y un policía en Alemania. Basay-Yildiz representó como abogada a la familia de una de las víctimas de este grupo neonazi. Durante años, NSU operó en el territorio alemán con una gran impunidad debido a la falta de ahínco que la Policía y los servicios de inteligencia pusieron en las investigaciones.

El caso generó conflictos internos en la Policía. Según informaron medios alemanes, las investigaciones internas contra estos policías por esta amenaza empezaron en agosto. Sin embargo, de las informaciones reveladas se desprende que la Policía no dio cuenta a su ente superior, la Oficina Criminal, de que la investigación apuntaba a agentes de sus propias filas. Según círculos internos de la investigación citados por el Frankfurter Allgemeine Zeitung, la Policía negó las suspicacias y alegó que quiso resolver el caso por sí misma para no generar mayor revuelo.

El asunto llegó a las altas esferas del espectro político alemán y por ello el ministro del Interior de Hesse, Peter Beuth, compareció ayer en una sesión especial de una comisión de investigación para dar más detalles sobre el caso. En esta comisión se analizarán todos los casos de ultraderechistas y neonazis en los cuerpos de seguridad, tanto de Frankfurt como de otras localidades del estado de Hesse.

Beuth, que es integrante del partido de la canciller Angela Merkel, la Unión Cristianodemócrata, prometió severidad con los responsables: “Independientemente de quién las cometa, las faltas de conducta serán castigadas con severidad”.