Es muy difícil que el sistema político se ponga de acuerdo en un asunto en particular, excepto si amenaza con enchastrar a todos por igual. Esto ocurrió en los últimos días, cuando en gobiernos departamentales y empresas estatales se comenzó a denunciar casos de funcionarios que empleaban a familiares directos o a conocidos.
“Fue necesario salir en bloque y marcar la cancha antes de que la gente piense ‘todos los políticos son iguales’, cuando la realidad es que los políticos de este lado somos impolutos y los de aquel lado son corruptos”, dijo a Los Informantes (diario) un legislador que no quiso identificarse ni decir de qué lado estaba él, en caso de que el futuro lo obligara a hacer las maletas y saltar el muro.
“Se habla sin saber. En Uruguay somos tan poquitos que siempre conocés a alguien. El otro día quise contratar a una secretaria para mi despacho e hice un llamado. Se presentaron dos primas lejanas, mi suegra, la vecina de al lado y la esposa de mi mejor amigo”, dijo. ¿A quién eligió? “Y... ante la duda...”, respondió con una sonrisita.