El gobierno de Colombia y organizaciones civiles discrepan sobre el número de dirigentes sociales que fueron asesinados en ese país en los últimos tiempos, pero en los dos casos la cifra es alta. El presidente Juan Manuel Santos dijo ayer que, según datos de la Fiscalía, mataron a 160 de esos activistas en el transcurso de 2016, 2017 y lo que va de 2018. Sin embargo, la organización Somos Defensores informó que sólo en 2017 los asesinatos de líderes sociales fueron 106, uno cada tres días en promedio.

Somos Defensores consideró que esas muertes fueron “la piedra en el zapato” del intento del gobierno de establecer la paz en Colombia, según citó la agencia de noticias Efe. Por su parte, Santos destacó que 50% de esos crímenes fueron esclarecidos, “un porcentaje muy superior al usual”, y destacó el trabajo “tan efectivo que ha hecho la Fiscalía”. El presidente dijo también que esa institución tiene identificados uno a uno los 36 casos de asesinatos de ex combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y en esta tarea trabaja con esa guerrilla desmovilizada.

Ayer el gobierno de Santos informó que retomará los diálogos de paz con otro grupo armado, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que se habían interrumpido dos meses atrás. La decisión fue tomada con el objetivo de establecer un nuevo cese del fuego y marcar el rumbo en estas negociaciones para el próximo gobierno de Colombia, que será electo y asumirá este año.