El Tribunal de Conducta Política (TCP) del Frente Amplio saltó a la notoriedad cuando Raúl Sendic pidió que se pronunciara sobre su uso de tarjetas corporativas de ANCAP, y emitió un severo informe que precipitó la renuncia del político a la vicepresidencia de la República. Por eso importa que el TCP haya decidido ayer, de oficio, ocuparse del modo en que el senador Leonardo de León, integrante del sector de Sendic, utilizó el mismo tipo de tarjetas cuando estuvo al frente de Alcoholes del Uruguay.

El lunes de esta semana, la Junta de Ética y Transparencia Pública dio a conocer un severo pronunciamiento sobre el uso de esas tarjetas por De León, investigado además por la Justicia penal.

A diferencia de Sendic, De León no se había presentado en forma voluntaria ante el TCP. Disconforme con la actuación de ese organismo referida a su líder, prefirió en su momento que su caso fuera analizado sólo por el Poder Judicial, pero el tribunal interno del FA puede actuar por iniciativa propia, y así lo hizo.