El 18 de abril no fue un día cualquiera para los carnavaleros. En la sede del PIT-CNT y bajo el nombre “Somos carnaval”, se llevó a cabo la primera reunión de quienes buscan agrupar a componentes, técnicos y todos aquellos trabajadores relacionados con la fiesta de Momo bajo un sindicato que luche por sus derechos. “Había más de 90 compañeros. Eso fue una grata sorpresa para los que estábamos allí y para los que habíamos pertenecido a la iniciativa anterior”, dijo a la diaria Myriam Bertolini, vocera del movimiento, en referencia a reuniones similares que tuvieron lugar en 2004 pero no prosperaron. “La situación del país es otra. Hoy los sindicatos tienen una viabilidad que por entonces no tenían”, plantea.

“Había miedos, como en todos los órdenes de la vida cuando se crean este tipo de cosas, por algún tipo de represalias o algo que pudiera pasar, pero hasta arriba del escenario se decía: ‘¿Cuándo va a ser el momento en que nos vamos a organizar?’. Tanto se decía, que decidimos probar de nuevo a ver qué pasaba”.

En la reunión del 18 de abril “se escucharon las opiniones de todos los que pidieron la palabra, y se hizo un resumen de las preocupaciones en común: el tema contractual, los derechos de imagen, y cómo hacer que el carnavalero se sienta realmente un trabajador y que es parte de este carnaval”.

“En carnaval existen atropellos a nivel salarial, acuerdos de palabra que no se cumplen porque no hay nada contractual que proteja al trabajador. Queremos que el carnavalero se sienta trabajador, que es lo que es. Zafral, pero trabajador”, remarcó Bertolini.

Se labró un acta, se nombró una comisión directiva provisoria y se puso fecha para una segunda asamblea, que se reunió el 7 de mayo y contó con más participación que la primera. “La abrió Fernando Pereira, el presidente del PIT-CNT, quien se manifestó muy contento por la participación. Dijo que el momento es ahora y que tenemos las puertas abiertas. En la sede no solamente hicimos las asambleas, sino también las reuniones de la comisión provisoria, así que es un respaldo más que importante”.

“Quedaron instaladas varias comisiones: de organización, de comunicación..., del interior, porque hay carnaval en todo el país y aspiramos a que todos tengan la representación debida y planteen sus inquietudes y sus problemas, que son diferentes pero iguales. También se conformó una comisión de género y otra para trabajar sobre los derechos de imagen y difusión”, contó la sindicalista.

También está la llamada comisión “de la tercera pata”, en referencia al rol que deberían cumplir los trabajadores junto con la Intendencia de Montevideo y los directores de los conjuntos. “Se habló mucho de ser la tercera pata, que tenga voz y decisión sobre cómo organizar el carnaval. Estar representados”, explicó. Por otra parte, manifestó: “Hay que resaltar que cuando se habló de formar estas comisiones los presentes levantaron la mano y se ofrecieron para participar, y eso está bueno. Es mucha gente que va, que participa, pero que además quiere estar en la creación de todo esto, de un bien común”.

Les darán un plazo de un mes a estas comisiones para que trabajen. Luego se citará a una tercera asamblea, en la que esperan seguir ampliando la cantidad de integrantes y continuar las gestiones para oficializar al gremio. “Una vez conformado, va a haber que sentarse a conversar con las otras dos patas”, señaló.

Día del Artista de Carnaval

El martes la Cámara de Senadores dio sanción definitiva a la ley que declara al 11 de marzo como Día del Artista de Carnaval. “Ese artista, cuyo máximo premio es el aplauso del público y que, cuando el espectáculo no logra el beneplácito del soberano, sólo es despedido con indiferencia, merece nuestro reconocimiento porque gracias a su esfuerzo y dedicación nuestro Carnaval es posible”, dice el informe de la Comisión de Educación y Cultura de Diputados, cámara que había dado media sanción al proyecto en diciembre del año pasado. La iniciativa fue del diputado del Frente Amplio Carlos Varela.

La fecha elegida corresponde al nacimiento en 1923 de Dalton Rosas Riolfo, “un hombre que dedicó gran parte de su vida a jerarquizar el Carnaval. Fue uno de los fundadores de DAECPU [Directores Asociados de Espectáculos Carnavalescos Populares del Uruguay] […] En 1952, junto a su hermano Néstor, armaron un tablado al que denominaron ‘El Jardín de la Mutual’ que estaba ubicado en la placita de Justicia y La Paz. Fue el primer tablado en colocar sillas y alquilarlas para que los espectadores pudieran ver cómodamente instalados a los diferentes conjuntos, sin necesidad de tener que llevarla desde su casa, tal como se acostumbraba hasta ese momento”.