El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Jorge Chediak, declaró la semana pasada que apoyaría una política de control de natalidad para las mujeres de menores ingresos como forma de frenar el aumento del delito. Un funcionario de la SCJ destacó el compromiso de Chediak con la legalidad, ya que “ante el crecimiento de los discursos fachos que proponen soluciones fuera de la ley, el presidente del organismo apela a un discurso facho que en principio no sería un apología de la ilegalidad”. Las palabras de Chediak generaron reacciones a favor y en contra. “Me parece una excelente idea. Es más, creo que podríamos empezar ya mismo a trabajar en un plebiscito para impulsar una reforma constitucional que habilite a los ginecólogos a salir a las calles a apoyar a la Policía. La situación no da para más”, aseguró un legislador del Partido Nacional. Dentro de la izquierda, en cambio, cuestionaron la postura de Chediak. Un legislador del Frente Amplio opinó que se trata de una medida “impracticable”, ya que “con lo que cobran los ginecólogos, colocarlos a combatir el delito implicaría un aumento del presupuesto en seguridad que dispararía el déficit fiscal a niveles peligrosísimos”. Quien manifestó su descontento por las declaraciones del magistrado pero sin analizar la idea de fondo fue Edgardo Novick. “Es una medida de las que se me ocurrirían a mí. No puede ser que un juez me madrugue de esa manera. Es una forma de judicialización de la política”, declaró.