El presidente Tabaré Vázquez reveló ayer que la minera Aratirí concretó su amenaza de presentar una demanda contra Uruguay por 3.536 millones de dólares. La empresa comenzó un proceso para invertir en Uruguay en 2011, pero se retiró en 2016, argumentando que durante ese tiempo cambiaron las reglas de juego, fundamentalmente por la aprobación de la Ley de Minería. “Cuando comenzamos nuestros planes para invertir en Uruguay, tanto la izquierda como la derecha apoyaban cualquier inversión extranjera, sin importar qué tanto daño podría causar. Pero, de un día para el otro, a la oposición le vino una especie de preocupación por la soberanía y el medioambiente. Si eso no es un cambio de las reglas de juego, no sé qué podría serlo”, afirmó un representante de Aratirí. Según varios analistas de consultoras de riesgo y organismos multilaterales, la demanda de la minera es la confirmación de que Uruguay está “muy bien posicionado” a nivel global como uno de los países más rentables para no invertir. “Las inversiones que se concretan siguen teniendo una buena tasa de retorno. Pero firmar precontratos de inversión y después retirarse es un negocio mucho más rentable. Es cierto que por ahora no ha habido fallos en contra del Estado, pero si se tiene en cuenta que la inversión es prácticamente nula, la simple posibilidad de hacer una enorme cantidad de dinero sin correr ningún tipo de riesgo es muy tentadora”, aseguró un analista del Fondo Monetario Internacional.