La Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC) resolvió ayer en asamblea general aprobar el preacuerdo alcanzado el lunes en el ámbito de los Consejos de Salarios de la industria láctea, y también votó a favor del preacuerdo específico alcanzado con Conaprole, en el entendido de que constituye “una salida política a la actual situación”. En ambos casos la fórmula fue propuesta por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). En un comunicado emitido ayer después de la asamblea sindical, la AOEC expresó, acerca de la situación de los pequeños y medianos productores lecheros, que seguirá insistiendo en la propuesta de creación de “un fondo de contingencia” a partir del descuento de 0,5 pesos por cada litro de leche remitido a la industria. El sindicato manifestó además su rechazo a la conducta de las gremiales empresariales del sector rural, que “anunciaron su no participación en el Consejo de Salario rural, más aun, utilizando como argumento, entre otros temas, el conflicto lácteo”.

Por su parte, Conaprole había decidido el miércoles aceptar la propuesta del Poder Ejecutivo, y lo dio a conocer en un comunicado en el que considera que el acuerdo puede ser la oportunidad de empezar “un período distinto de relacionamiento” con el fin de defender la sustentabilidad del sector. “Conaprole y sus productores y la lechería nacional enfrentan un escenario internacional muy difícil y serios problemas de competitividad que han requerido un esfuerzo adicional para llegar a esta posible solución”, afirma la empresa en esa declaración.

Hoy a las 14.00, en el MTSS, se firmará primero el convenio de Conaprole y después el que abarca a toda la industria láctea. El sindicalista Luis Goichea, dirigente de la AOEC, dijo con respecto al relacionamiento entre su organización y la empresa que “ha sido razonablemente bueno, con algunas situaciones complicadas, complejas, pero que fueron las menos”. En su opinión, “ha sido acorde” a las “situaciones laborales” que se pueden presentar en una empresa con 2.000 trabajadores efectivos y más de una docena de plantas en todo el país. De todas maneras, reconoció que después de un conflicto el vínculo “queda golpeado” y hay que “reconstruirlo”. “Esperamos que, en los años que tenemos por delante, aquellos problemas que puedan surgir los podamos encarar a través de los mecanismos que tenemos y que se incluyen en este acuerdo”, dijo.

Finalmente, Goichea se refirió a la actitud de las gremiales rurales empresariales, que el 14 de agosto decidieron retirarse en bloque de los Consejos de Salarios. “Nos preocupa, porque los trabajadores rurales son un sector históricamente postergado en el país y que desde hace pocos años tiene los mecanismos para poder negociar y mejorar sus condiciones de trabajo”, dijo el sindicalista, y concluyó reclamando que “se restablezca la negociación”.

El preacuerdo alcanzado en el conjunto de la industria láctea terminó incluyendo aspectos como las recategorizaciones, la antigüedad y los regímenes de descanso, temas por los cuales se había dilatado la negociación.