El economista Luis Caputo renunció ayer a la presidencia del Banco Central de la República Argentina (BCRA), tres meses después de haber asumido el cargo. La renuncia se debió a “motivos personales”, dijo la entidad en un comunicado, y la decisión fue tomada “con la convicción de que el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional [FMI] restablecerá la confianza acerca de la situación fiscal, financiera, monetaria y cambiaria”.

El gobierno anunció que el lugar de Caputo será asumido por Guido Sandleris, actual secretario de Política Económica y número dos del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Antes de desempeñarse en ese cargo, Sandleris fue subsecretario de Finanzas de la Provincia de Buenos Aires en 2016 y al año siguiente asumió como jefe de asesores del Ministerio de Hacienda. El sucesor de Caputo es un hombre de confianza de Dujovne y fue uno de los negociadores de un nuevo acuerdo con el FMI.

Caputo es el segundo presidente del BCRA que renuncia durante la gestión de Macri. El primero fue Federico Sturzenegger, quien dimitió en junio, en medio de la crisis cambiaria que sacudió al país y a días de haber cerrado un trato con el FMI. En el caso de Caputo, su salida ocurre mientras el gobierno argentino negocia un nuevo acuerdo con esa entidad financiera y en momentos en que el presidente argentino y su ministro de Hacienda se encuentran en Nueva York, donde participan en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.

En esa ciudad, Macri dijo a periodistas: “Sabíamos que cuando se estabilizase la situación Caputo iba a dejar el cargo porque no tenía la vocación de ejercerlo, fue un gesto patriótico [que lo ocupara]”.

El diario Perfil informó que existen otros motivos de la renuncia. Informó que Caputo y Dujovne tenían diferencias desde hacía tiempo y que el ministro de Hacienda le había hechos diversos reproches al presidente del BCRA. En particular, Dujovne le había cuestionado su papel en la decisión de Macri de dar una conferencia, el miércoles 29 de agosto, en la que anunció un adelanto de los desembolsos del FMI, pese a que el acuerdo con esa entidad no estaba cerrado. Después de ese mensaje de Macri el dólar subió y creció la corrida cambiaria.

En el marco de su viaje a Estados Unidos, Macri se reunió el lunes con la titular del FMI, Christine Lagarde. Después dijo que tuvo “un flechazo con Christine hace algunos meses atrás”, y agregó: “Espero que esto funcione bien y que todo el país se enamore”.

Hasta ayer no se conocían los detalles de las negociaciones con el FMI, que están a cargo de Dujovne, pero según informó el diario La Nación, el nuevo acuerdo se anunciará durante la jornada de hoy.

Macri también asistió a una ceremonia en la que recibió el Global Citizen Awards, el premio que le dio el think tank estadounidense Atlantic Council por su “contribución para fortalecer la relación transatlántica”. Allí Macri se sentó junto a Lagarde y más tarde sacó a bailar a la anfitriona de la ceremonia, una directiva del Atlantic Council. “Olvidó mencionar que soy un gran bailarín, por favor no lo olvide la próxima vez”, le dijo.

Todo esto fue criticado más tarde por dirigentes de las centrales sindicales argentinas, movilizadas ayer, justamente, contra la conducción económica y los pactos que Macri negocia con el FMI. “Una hermosa cena de gala, casi amorosa, mejilla a mejilla [con Lagarde], compartiendo manjares mientras la gente no sabe cómo hacer para llegar al final del día y tener algo en la mesa”, dijo Hugo Yasky, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina.

La oposición política y la mayoría de la dirigencia sindicalista coincidieron en que la salida de Caputo denota un gobierno débil e irresponsable, a la vez que genera incertidumbre respecto de la situación económica del país. Otros, como el líder del sindicato de camioneros, Pablo Moyano, achacaron la renuncia a “un mandamiento del FMI”.

Caputo es el séptimo funcionario del equipo económico que dimite durante la gestión de Macri. El primero en abandonar el barco fue el ex ministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay, en diciembre de 2016, por “diferencias políticas”. Le siguieron el ex presidente del Banco Nación Carlos Melconian; el ex director de la Administración Federal de Ingresos Públicos Alberto Abad; el antecesor de Caputo, Federico Sturzenegger; el ex ministro de Energía Juan José Aranguren y el antiguo ministro de Producción Francisco Cabrera.

La renuncia de Caputo repercutió rápidamente en los mercados. La cotización del dólar, que había cerrado a 38,17 pesos argentinos, se disparó y ayer cotizaba a 39,73 en promedio, aunque en algunos bancos superaba los 40. De acuerdo con el diario Clarín, la cotización empezó a bajar cuando se confirmó el nombre de Sandleris a la cabeza del Banco Central. También las acciones argentinas en Wall Street se desplomaron con la noticia de la renuncia y la Bolsa de Buenos Aires sufrió una baja de 1,9%.