En el templo hindú Sabarimala, del estado de Kerala, estaba prohibida la entrada a las mujeres de diez a 50 años, es decir, aquellas que por estar en edad de menstruar son consideradas “impuras” por algunas comunidades de India. En 2006, para terminar con esa prohibición, la Asociación de Jóvenes Abogados presentó una acción judicial, y en setiembre el Tribunal Supremo falló a su favor.

Sin embargo, la prohibición siguió vigente en los hechos. Según informó la agencia de noticias Efe, cientos de manifestantes de extrema derecha y devotos de Ayyappa –un dios célibe– les impidieron a esas mujeres acceder al lugar. El propio sacerdote del templo, Kandaru Rajivaru, les pidió en octubre que no visitaran el lugar. “Respetamos el veredicto del Tribunal Supremo, pero considerando los sentimientos de los devotos y la tradición y rituales, pido humildemente [a las mujeres] que no vengan a Sabarimala”, dijo, según citó Europa Press.

Finalmente, dos mujeres de unos 40 años consiguieron entrar el miércoles al templo, después de un peregrinaje de cinco kilómetros. Llegaron vestidas de negro, con las cabezas cubiertas y escoltadas por policías. A partir de entonces las protestas se desataron en Kerala, impulsadas por los fieles y por militantes de varios partidos políticos de derecha, entre ellos el del primer ministro del país, Narendra Modi, el Partido Popular Indio. Las manifestaciones incluyeron una huelga ayer en Kerala y movilizaciones en las calles de distintas localidades de ese estado, en las que fueron quemados vehículos de la Policía, autos particulares y ómnibus.