El gobierno venezolano llamó al diálogo a la oposición política y a los países de la región que desconocen la legitimidad del nuevo mandato de Nicolás Maduro, que comenzó el jueves. El sábado, Maduro dijo que pidió ayuda a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para relanzar las conversaciones con la oposición y acabar el “conflicto estéril” entre las dos partes. “La ONU nos tiene que ayudar mucho en el diálogo nacional [...] Ojalá más temprano que tarde haya criterios favorables que nos conduzcan al diálogo y entendimiento superior para el país”, afirmó en declaraciones al canal estatal VTV, después de reunirse con representantes de la organización internacional. No especificó qué respuesta recibió ni cuáles son las perspectivas de esta nueva tentativa de diálogo. Por otra parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, propuso una cumbre de países americanos que acerque posturas y termine con la “intolerancia política” que, según dijo, hay en la región contra el gobierno venezolano. El funcionario dijo que este encuentro podría desarrollarse durante la cumbre anual de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, cuya presidencia temporal está en manos del presidente salvadoreño y aliado de Maduro, Salvador Sánchez Cerén.

La Asamblea Nacional, controlada por la oposición, no aceptó la oferta de diálogo y el mismo sábado reiteró que trabaja en una hoja de ruta para ponerle fin a la “usurpación” de la presidencia por parte de Maduro. El titular de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, dijo que el antichavismo tiene hoy “todas las piezas del rompecabezas” para desbancar a Maduro del poder, incluidos el “respaldo social” y el “acompañamiento internacional”. Y volvió a llamar a una manifestación para el miércoles 23, que consideró un “primer llamado a la acción”.

La distancia entre la oposición y el gobierno aumentó ayer, cuando funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia detuvieron a Guaidó mientras se dirigía a un acto en el estado de Vargas. Media hora más tarde, fue liberado. Cuando finalmente llegó al acto, el legislador denunció que había sido “secuestrado” por agentes que tenían “armas largas” y “capuchas”. Guaidó afirmó que su detención demuestra que el gobierno está “desesperado” y que Maduro “ya no controla las Fuerzas Armadas”.

El ministro de Comunicación venezolano, Jorge Rodríguez, informó que el arresto de Guaidó fue un “procedimiento irregular y unilateral” y aseguró que los funcionarios responsables ya fueron destituidos.