El presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo ayer que respaldaría a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC, oficialista) si esta decidiera disolver el Parlamento –de mayoría opositora– y convocara a una nueva elección para renovarlo y enfrentar el “golpe de Estado” que, dice, está en marcha contra su gobierno. Sus declaraciones llegaron un día después de que un integrante de la ANC presentara la propuesta para que sea analizada.

Maduro aclaró, sin embargo, que no cree que “sea necesario” renovar el Legislativo antes de 2020, el año que marca el calendario constitucional, aunque insistió en que “no está descartado” adelantar las elecciones.

El gobernante, que hoy asume la presidencia de Venezuela por los siguientes seis años, reiteró su llamado al diálogo para destrabar la crisis política y económica que atraviesa el país. Acerca de la oposición, que ya anunció que no reconocerá su nuevo mandato, dijo: “Ojalá en Venezuela se impusiera la sensatez y el diálogo político”.

Los 14 países que integran el llamado Grupo de Lima tampoco reconocerán el liderazgo de Maduro, que interpretan como una “usurpación” de la presidencia. El canciller venezolano, Jorge Arreaza, respondió ayer en una carta en la que exige al grupo “una rectificación de sus posiciones en 48 horas o el gobierno de Venezuela tomará las más urgentes y crudas medidas diplomáticas para la defensa de la integridad de la soberanía”.