El futuro del Mercosur preocupa a los legisladores uruguayos. Ayer, tras el encuentro que mantuvieron los presidentes Mauricio Macri, de Argentina, y Jair Bolsonaro, de Brasil, este último aseguró que coincidieron en “la necesidad de perfeccionar el Mercosur, cambiando la agenda de trabajo, valorizando la propuesta inicial de una apertura comercial”.

El diputado del Frente Amplio (FA) Roberto Chiazzaro, integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales, dijo a la diaria que su temor es que “estos dos fantasmas decidan que la unión aduanera deje de existir y que pasemos a una zona de libre comercio, lo que les daría la libertad a los integrantes de la zona para negociar y hacer acuerdos de forma independiente”.

Para el legislador, el “Mercosur del siglo XXI” apunta a una regresión de la integración regional, a un bloque “absolutamente desregulado”. “No olvidemos que Bolsonaro tiene una alianza tácita e ideológica con Estados Unidos, y el gobierno de Donald Trump lo que quiere son acuerdos bilaterales, porque en estos puede tener todo el peso de su economía en la negociación”, aseguró Chiazzaro.

Para ejemplificar los perjuicios que puede sufrir Uruguay, explicó: “Brasil compra lácteos a Uruguay con un arancel cero, y si se retrocede a una zona de libre comercio, podría negociar directamente con la Unión Europea la compra de esos productos con el mismo arancel”.

Sergio Abreu, ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle, aseguró a la diaria que “lo que decidan los argentinos y brasileños sin atender los procesos [del bloque] es una ilegalidad y una falta de respeto a la vocación de la integración”. Para el nacionalista, las decisiones institucionales del Mercosur no pueden ser bilaterales, y si lo fueran habría “un desconocimiento de las economías más chicas”. Por otra parte, Abreu culpó al gobierno de Tabaré Vázquez de anteponer la “ideología” al bienestar del país. “Piensa que la integración es por ideología y no se da cuenta de que es la defensa del trabajo nacional”, dijo. También sentenció que Uruguay tiene relaciones exteriores y no una política exterior, y sostuvo que eso quedó demostrado en la discusión sobre Venezuela: “Resulta que ahora no se dan cuenta de que los derechos humanos son iguales que los izquierdos humanos”, ironizó.

En suma, Abreu afirmó que el Mercosur es “un moribundo que camina”. “Argentina y Brasil van a terminar de matar nuestros derechos”, predijo.

En tanto, desde el Partido Colorado, el senador José Amorín Batlle expresó que está de acuerdo con que los miembros del bloque tengan la libertad de negociar tratados de libre comercio en forma independiente.

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