En un discurso pronunciado frente a integrantes de las Fuerzas Armadas de Venezuela, el presidente de ese país, Nicolás Maduro, se mostró confiado en el futuro. “Ya yo fui al futuro y volví y vi que todo sale bien y que la unión cívico-militar le garantiza la paz y la felicidad a nuestro pueblo”, declaró. La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, reconoció que las declaraciones del mandatario la tomaron “por sorpresa”, ya que “no tenía idea de que el compañero Maduro estuviera pensando en hacer ese viaje. De todas maneras, creo que se trata de un episodio altamente positivo, porque si viajó al futuro y lo dejaron volver, es que las cosas no están tan mal allá adelante”. Pero para algunos observadores, las declaraciones de Maduro evidencian que la situación en Venezuela es “más mala aún de lo que se suponía”, sobre todo en el terreno de la salud pública.

Un vocero de una ONG humanitaria que trabaja en Venezuela declaró: “Sabemos que los ciudadanos comunes no tiene acceso a medicamentos. Pero si ni siquiera el presidente puede conseguir los antipsicóticos que necesita para mantener a raya sus episodios delirantes, es evidente que estamos ante una situación de desabastecimiento casi total”. Una fuente de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos reconoció que tras las declaraciones de Maduro “nuestros planes para acabar con su vida han sido modificados, y ahora el objetivo es terminar de enloquecerlo, algo que seguramente no nos va a costar tanto”.