Con un impresionante desfile militar como máxima celebración, el gobierno chino que lidera Xi Jinping celebró ayer los 70 años de la proclamación, por parte de Mao Tse Tung, de la República Popular, el 1º de octubre de 1949. Tal como es tradicional en esta fecha, Xi Jinping lució un traje gris oscuro como los que hizo famosos el padre del comunismo chino, al tiempo que pasó revista al desfile del Ejército Popular de Liberación, en el que la nación asiática demostró –al estilo de otros tiempos y muy similares a los que se hacen cada año en Corea del Norte– su enorme poderío militar y tecnológico.
Más de 15.000 efectivos militares, 580 piezas de armamento y más de 160 aviones participaron en la ceremonia, en la que se exhibieron algunas armas que nunca habían sido mostradas en público, como los misiles nucleares estratégicos intercontinentales Dongfeng-41 y los bombarderos estratégicos de largo alcance H-6N hasta los nuevos modelos de drones. Se mostró también el DF-17, el misil lanzadera de un planeador hipersónico. Su exhibición implica que este cohete ya ha sido desarrollado y puede ser utilizado, antes incluso de lo que preveía el gobierno de Estados Unidos, que esperaba que esto recién fuera posible en 2020. Con esta revelación, China puede afirmar que en esta área, la del diseño de planeadores hipersónicos no estratégicos, lleva ventaja tanto a los estadounidenses como a los rusos.
“China se mantendrá en el camino del desarrollo pacífico”, aseguró Xi en su discurso. “Continuaremos trabajando con la gente de todos los países para impulsar la construcción conjunta de una comunidad de destino de la humanidad”, prometió el presidente, según recogió la agencia oficial de noticias Xinhua.
Luego de la parada militar, desfilaron frente al presidente y a altos jerarcas del gobierno y del Partido Comunista de China, ubicados en un palco especial –en el que también estaba la jefa del gobierno autónomo de Hong Kong, Carrie Lam–, centenares de miles de civiles, que repasaron varios temas con carros alegóricos. Según consignó El País de Madrid, se homenajeó al modelo “un país, dos sistemas”, que, de acuerdo con la visión de Pekín, otorga libertades a los territorios autónomos de Hong Kong y Macao. No faltaron en el desfile representaciones de las minorías étnicas en el país, reprimidas en los hechos, pero alegres y felices en la representación que mostraron las autoridades chinas. También se repasaron durante el acto los logros científicos obtenidos por la nación: una carroza representaba el primer rompehielos ártico chino; otra, los progresos obtenidos en la producción agrícola y la eliminación de la pobreza; y una tercera, el desarrollo en la exploración espacial.
Xi, quien gobierna el país desde 2013 y es sin dudas el líder más influyente en la historia moderna de la nación desde la muerte de Mao, en 1976, dio inicio a las celebraciones con un discurso en el que destacó el crecimiento y el desarrollo económico de China y el papel del partido en fomentarlo. “No hay fuerza que pueda sacudir el estado de esta gran nación. Ninguna fuerza puede detener al pueblo chino y a la nación china”, afirmó el mandatario.
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