Mientras se encontraba en el ingreso de la residencia presidencial sacándose selfies con un grupo de partidarios, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se retiró abruptamente del lugar luego de que un periodista le preguntó qué pensaba acerca de los casos de tortura en cárceles del estado de Pará -en el nordeste del país- denunciados por el Ministerio Público a inicios de octubre. De acuerdo con lo que informó la revista Forum, antes de que el periodista terminara de hacerle la pregunta el mandatario ultraderechista le dio la espalda y le dijo “vámonos” a los integrantes de su comitiva, en medio de las vivas de sus simpatizantes. Según la denuncia de la fiscalía paraense, los abusos en las cárceles fueron cometidos por agentes penitenciarios y habrían consistido en falta de higiene y condiciones paupérrimas de salubridad, además de casos de tortura y violencia sexual contra los reclusos.

Claramente irritado por la pregunta, Bolsonaro se detuvo al costado de su auto y, como si estuviera en el púlpito de una iglesia, dijo ante el auditorio allí presente: “Mi Dios, yo no soy pastor, pero mi Dios, lave la cabeza de esta prensa fétida que tenemos. Lave su cabeza y tire cosas buenas dentro de sus cabezas, para que puedan preguntar, para que puedan publicar algo para salvar a nuestro Brasil y para que paren de preguntar gansadas”. “Ellos no veían problemas en gobiernos anteriores, ¡sólo en el nuestro!”, exclamó Bolsonaro, que un día sí y otro también tiene cruces con la prensa. ”Ustedes son importantísimos para salvar a Brasil. ¡Dejen de preguntar pavadas!”, concluyó con vehemencia el mandatario.

Antes de ser interrogado por el periodista y mientras se encontraba junto a sus partidarios, el ex militar afirmó que la prensa en general estaba haciendo “un pésimo trabajo”. Luego Bolsonaro comenzó a hacer chistes con un pastor que estaba en el lugar, a quien le pidió que inicie una oración “por Brasil y por la prensa”.