El gobierno de Ecuador, liderado por el presidente Lenín Moreno, aseguró ayer que se produjo un primer acercamiento con agrupaciones indígenas y que empieza a encontrarle una salida a la convulsión que vive el país. “Ya tenemos primeros buenos resultados del diálogo”, dijo Moreno en Twitter, donde también expresó que le “alegra” que los indígenas “hayan separado de sus manifestaciones pacíficas a los elementos perniciosos”. “Esto se va a solucionar muy pronto”, agregó.

En términos más concretos, el secretario general de la Presidencia, José Augusto Briones, dijo que se produjo un primer acercamiento con representantes del colectivo indígena a raíz de la intervención de la Organización de las Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal ecuatoriana, que el martes de noche ofrecieron mediar en el conflicto. La propuesta del gobierno tiene seis puntos, entre ellos la gestión del agua, la promoción de la educación en las áreas rurales y la condonación de multas y reestructuración de deudas.

Pero la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que nuclea a varias agrupaciones, aseguró que no aceptó dialogar con el gobierno. “Ante campaña mediática de desprestigio, circulación de información falsa, malintencionada y descontextualizada, aclaramos [...] que no hemos negociado ni llegado a ningún acuerdo con este gobierno represor y criminal”, escribió la organización en Twitter, junto al hashtag #ElParoNoPara.

Además, la Conaie denuncia en sus redes sociales la represión indiscriminada por parte de la Policía, que cuenta con el apoyo de los militares por el estado de excepción decretado por el gobierno la semana pasada. Anoche, contaba casi que en directo cómo las fuerzas de seguridad intentaban, por segunda noche consecutiva, desalojar a los manifestantes que se han instalado en el Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y en centros educativos. “Mujeres, niños y ancianos despavoridos por violencia de desalojo”, aseguraron.