Por medio de un comunicado publicado ayer, la Casa Blanca declaró la guerra a la investigación de destitución del presidente Donald Trump promovida por la Cámara de Representantes. Anunció que no cooperará con lo que llamó un esfuerzo ilegítimo y partidista “para anular los resultados de las elecciones de 2016”, comicios en los que el actual mandatario se impuso sobre la candidata demócrata Hillary Clinton.

En una carta dirigida a los líderes demócratas de la Cámara de Representantes, la Casa Blanca sostuvo que la investigación violó los precedentes y los derechos del debido proceso de Trump de una manera tan atroz que ni él ni el Poder Ejecutivo proporcionarían voluntariamente testimonios o documentos, un movimiento inesperado que prepara el escenario para una batalla entre constitucionalistas, según informó el periódico The New York Times.

“Sus acciones sin precedentes han dejado al presidente sin opción”, se establece en la carta de ocho páginas firmada por Pat A Cipollone, abogado de la Casa Blanca. “Para cumplir con sus deberes con el pueblo estadounidense, la Constitución, el Poder Ejecutivo y todos los futuros ocupantes de la Oficina de la Presidencia, el presidente Trump y su administración no pueden participar en su investigación partidista e inconstitucional en estas circunstancias”, dice el texto.

Pocas horas antes de la difusión de este comunicado, Trump impidió que hablara Gordon Sondland, embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea (UE) y figura central en la investigación del juicio político contra el presidente estadounidense. La administración republicana ha querido sentar un precedente al mandar el mensaje de que no estaba dispuesta a cooperar con lo que el presidente calificó de “un Congreso de opereta”, según consignó El País de Madrid.

Ante la negativa de Trump de permitir declarar a Sondland, los demócratas reaccionaron de inmediato. El legislador Adam Schiff, quien está al frente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes y en los hechos lidera la investigación contra Trump, declaró que la orden del Departamento de Estado para que Sondland no declarase era una “fuerte prueba adicional” de obstrucción al Congreso. Ante esto, los demócratas anunciaron su intención de llamar a declarar a Sondland mediante una citación formal.

Se esperaba que ayer el representante diplomático estadounidense ante la UE acudiera al Capitolio para testificar en el marco de las investigaciones que los demócratas llevan adelante para abrir un juicio político contra Trump por presuntamente haber presionado a su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski, para que investigara al ex vicepresidente demócrata Joe Biden –seguramente candidato presidencial en las elecciones que se realizarán el año que viene– y a su hijo Hunter, por presuntos actos de corrupción cometidos durante su actuación en un cargo gerencial en una empresa privada ucraniana.