Un escenario de inestabilidad quedó instalado en Bolivia luego del recuento parcial de votos de las elecciones presidenciales y legislativas del domingo, que muestran una ajustadísima victoria del presidente Evo Morales en primera vuelta.

En la noche de ayer el Órgano Electoral Plurinacional de Bolivia actualizó los resultados preliminares: con el 95,63% de los votos escrutados, daba a Morales como ganador en la primera, con 46,85%, seguido por el 36,74% de Mesa, más del 10% de ventaja necesario para evitar ir a un balotaje. En la noche del domingo, cuando se suspendió la transmisión de los resultados, éstos vaticinaban una segunda vuelta, con 83% de los votos escrutados, atribuyéndole 45,3% a Morales y 38,16% a Mesa.

Si bien Morales no se pronunció anoche, ya había anticipado el domingo a la noche que esperaba ser reelecto en primera vuelta porque la mayoría de los circuitos que restaba relevar pertenecía a áreas rurales, donde el Movimiento al Socialismo tiene un fuerte apoyo. Ayer sí habló Mesa, quien convocó a sus partidarios a movilizarse para evitar una manipulación de los datos. También se pronunció la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), que manifestó “su profunda preocupación y sorpresa por el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares”.

Ante los reclamos de la OEA y de los gobiernos de Estados Unidos, Brasil y Argentina, el ministro de Relaciones Exteriores boliviano, Diego Pary, invitó a estos países y también a la Unión Europea para que designen delegados y expertos para que sigan personalmente el conteo de votos para corroborar la transparencia de las elecciones bolivianas. Además, el órgano electoral informó a la OEA que su página web sufrió un ataque informático que obligó a frenar la transmisión de los datos, aunque descartó que haya afectado los resultados.

En ese sentido, la agencia de noticias AFP informó que el gobierno boliviano y la OEA llegaron a un acuerdo para establecer un equipo conjunto de acompañamiento de los recuentos de votos. Pary agregó que hasta el momento el resultado de las elecciones no está completo. “Hay que esperar a que concluya el conteo oficial de las actas. Las actas de las zonas rurales se tardan en llegar”, afirmó el funcionario, según consignó el diario La Razón.

Por su parte, Mesa denunció que el órgano electoral trata de manipular el recuento de votos y llamó a sus seguidores a movilizarse a la puerta del organismo. “No podemos aceptar que se trate de manipular un resultado”, advirtió Mesa en un mensaje de video difundido en las redes sociales. Más tarde, hizo un “llamado a la movilización democrática” a los tribunales electorales. “El gobierno está usando al órgano electoral para eliminar el camino a la segunda vuelta”, agregó el postulante, quien fue presidente del país entre 2003 y 2005, cuando debió renunciar debido a las enormes presiones sociales y políticas que sufrió su gobierno.

El llamado de Mesa fue escuchado por sus seguidores, que salieron a las calles a manifestar su descontento con la situación en movilizaciones que empezaron siendo pacíficas y derivaron en disturbios que, entre otras cosas, incluyeron destrozos en las sedes electorales de varias ciudades del país y hasta el incendio de la de Potosí. También fueron vandalizados los locales del MAS en varias ciudades y en algunas de ellas hubo enfrentamientos entre oficialistas y opositores. Según medios bolivianos, las protestas se extendieron de forma violenta en todo el país, enfrentando los gases lacrimógenos lanzados por la Policía.

A la espera de que se conozcan los resultados definitivos, queda por saber si habrá o no una segunda vuelta el 15 de diciembre, instancia que se presume que sería muy pareja, ya que otros dos candidatos de la oposición, el pastor evangélico de origen surcoreano Chi Hyun Chung –del Partido Demócrata Cristiano–, quien obtuvo 8,79% de los votos, y Óscar Ortiz –de la alianza Bolivia dice No–, quien consiguió 4,21%, manifestaron que apoyarán a Mesa.