Luego del golpe de Estado que hizo caer a Evo Morales, figuras políticas y analistas de varios países latinoamericanos acusaron al mandatario boliviano se ser responsable de su propio derrocamiento. El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, consideró que Morales dio un golpe de Estado al intentar llevar a cabo un fraude electoral. “El presidente boliviano tiene en sus manos la sangre de todas las personas asesinadas en estos últimos días, y también la de los millones de indígenas de toda Latinoamérica que murieron salvajemente a manos de los crueles conquistadores españoles a partir de 1492”, aseguró Almagro. Y explicó que “más allá de que cuando se cometieron aquellos excesos Morales aún no había nacido, se las ingenió de algún modo, quizás utilizando tecnología venezolana, para armar grupos de indígenas que provocaron a los españoles e hicieron tambalear las frágiles instituciones americanas”.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, aseguró por su parte que “la violencia hacia los indígenas es injustificable, pero no hay que hacer lecturas parciales de la realidad, sino analizarla en su totalidad. Aquí hubo responsabilidades de los dos lados, porque los españoles que vinieron tras Cristóbal Colón cometieron excesos, pero Evo Morales también hizo cosas malas, así que en definitiva, la responsabilidad exclusiva fue de Evo Morales”, razonó el presidente chileno.