El gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, confirmó este jueves que anulará el nuevo protocolo para el aborto no punible que se publicó el miércoles en el Boletín Oficial, y argumentó que se trató de una decisión “inconsulta” del secretario de Salud, Adolfo Rubinstein. La medida era una actualización del Protocolo para la Atención Integral de las Personas con Derecho a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) de 2015, que establecía los derechos de las mujeres y las obligaciones del sistema de salud para garantizar el acceso a los abortos legales y seguros en Argentina entre las causales establecidas por el marco normativo.
La actualización firmada por Rubinstein pretendía “renovar las recomendaciones internacionales acerca de los procedimientos para la ILE y reforzar la importancia del acceso rápido a la atención integral y a la práctica, haciendo hincapié en la atención en el primer nivel y los tratamientos con medicamentos”. Así lo señalaba el texto de la resolución, que fue celebrada por los colectivos feministas.
Sin embargo, a las pocas horas de que se oficializara, el gobierno dio a entender que la medida fue impulsada por Rubinstein de manera unilateral y anunció que la revocaría. “El protocolo va a ser derogado porque fue una decisión inconsulta del secretario de Salud”, dijo este jueves, al salir de una reunión de gabinete, Carolina Stanley, la ministra argentina de Desarrollo y Salud, cartera de la que depende la Secretaría de Salud. Adelantó que el veto se publicaría este viernes en el Boletín Oficial.
Por su parte, el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, insistió con que la anulación “tiene que ver con una cuestión de formas” y no con “un juicio de valor sobre la norma”, y negó que fueran ciertos los rumores sobre un posible pedido de renuncia al responsable de Salud.