Después de más de un día de silencio sobre la situación política que está viviendo Bolivia luego del golpe de Estado contra el presidente Evo Morales -quien se vio forzado a renunciar tras la enorme presión ejercida sobre él y su gobierno por parte de sus oponentes políticos y de las Fuerzas Armadas- la Organización de Estados Americanos (OEA) se expidió sobre el tema.

La entidad internacional que tiene como secretario general al uruguayo Luis Almagro, rechazó este lunes “cualquier salida inconstitucional” a la crisis en Bolivia tras la renuncia del presidente Morales, e instó a actuar de manera “urgente” para garantizar la realización de nuevas elecciones.

“La Secretaría General llama a la pacificación y al respeto al Estado de Derecho” en Bolivia, dijo el órgano central de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en un comunicado, en el que en ningún momento se refirió a la caída del gobierno del líder del Movimiento al Socialismo como un golpe de Estado.

En el comunicado la OEA pidió al Poder Legislativo boliviano reunirse “en forma urgente” para “asegurar el funcionamiento institucional y nombrar nuevas autoridades electorales que garanticen un nuevo proceso electoral”. Además, llamó al Poder Judicial a seguir investigando posibles delitos vinculados a los cuestionados comicios del 20 de octubre “hasta las últimas consecuencias”.

También en las primeras horas del lunes se expresó sobre Bolivia el gobierno ruso, dejando clara su posición y tirando mensajes hacia otros actores involucrados en la cuestión. El Kremlin acusó mediante un comunicado a la oposición boliviana de promover una ola de violencia, al tiempo que empleó el término “golpe” para referirse a lo ocurrido el domingo en La Paz.

“Nos causa profunda preocupación que la voluntad del gobierno de buscar soluciones constructivas en base al diálogo fue rechazada en el marco de eventos que tienen un patrón de un golpe de estado orquestado”, se establece en el texto difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.

Además, el gobierno que encabeza Vladimir Putin pidió que la situación tenga un “abordaje responsable” por parte de “todos los miembros de la comunidad internaconal, por los países latinoamericanos vecinos de Bolivia, por los países extraregionales influentes y por las organizaciones internacionales”, en lo que puede ser leído como una referencia directa a los gobiernos de Brasil y Estados Unidos y también a la OEA.