La Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 25) fue inaugurada ayer en Madrid, bajo el lema “Tiempo de actuar”. Después de la inauguración, en la que participó medio centenar de gobernantes, comenzó un período de trabajo que continuará hasta el viernes 13 de diciembre, en el que los países intentarán acordar nuevas metas para frenar el avance del calentamiento global. El objetivo es alcanzar compromisos más ambiciosos que aquellos que se fijaron en 2015 en la cumbre de París, la COP 21.

La agenda del encuentro que comenzó ayer incluye la descarbonización de la economía, el vínculo entre los gobiernos y la sociedad civil para trabajar sobre cambio climático, el problema de la deforestación y la necesidad de recursos para que los países menos desarrollados se adapten al cambio climático y adopten medidas para frenarlo.

En ese marco, Ursula Von der Leyen, la nueva presidenta de la Comisión Europea, dijo que en marzo se presentará una ley para que los acuerdos sobre la neutralidad de carbono sean irreversibles en la Unión Europea. La neutralidad significa que las emisiones de dióxido de carbono netas sean iguales a cero, es decir, que no se emita una cantidad mayor que la que se puede eliminar de la atmósfera.

Sin embargo, Von der Leyen no propuso un avance específico que supere las metas de la COP 21. Por eso la Climate Action Network Europe, la red europea de organizaciones no gubernamentales que luchan contra el cambio climático, manifestó que tanto Von der Leyen como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, presentaron metas “poco ambiciosas” y “no prometieron acciones urgentes para enfrentar la crisis climática”.

Durante la inauguración de la cumbre, distintos dirigentes reiteraron que la ciencia es contundente al analizar el fenómeno del calentamiento global y advirtieron de la necesidad de actuar para dar una respuesta acorde a la gravedad de la situación climática. “Los últimos cinco años han sido los más cálidos a nivel global desde que hay registros, y la concentración de CO2 en la atmósfera alcanzó un récord histórico”, dijo el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres.

“Sin el compromiso pleno de los grandes emisores todos nuestros esfuerzos quedarán completamente socavados”, agregó Guterres. Los gobernantes de Estados Unidos, China e India, los principales países emisores de gases contaminantes, no asistieron a la COP 25, a la que enviaron delegaciones de menor jerarquía.

“El aumento de la temperatura amenazará nuestra existencia sobre este planeta”, advirtió el surcoreano Hoesung Lee, jefe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático. “Nuestros informes indican que los impactos del calentamiento son mucho más graves de lo que pensábamos antes”, agregó el funcionario. Lamentó la “desconexión” entre la gravedad que tiene esta crisis y los esfuerzos al respecto que hacen los gobiernos, que “no son suficientes”.

El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, dijo que “sólo un puñado de fanáticos niega la evidencia del cambio climático y, llegados a este punto, no hay más alternativa que actuar con hechos, con acciones”.

Si España fue sede de la cumbre, se debió a la crisis social y política que impidió que se organizara en Chile, donde estaba convocada. Por eso el presidente chileno, Sebastián Piñera, envió un mensaje por video al encuentro. Dijo que la ciencia muestra que se requieren “compromisos climáticos mucho más ambiciosos y cumplirlos en plazos más cortos” que los establecidos en la COP 21, y que “la juventud nos interpela a proteger nuestro planeta y asegurar la vida humana”.

En los encuentros de organizaciones sociales y de representantes de pueblos indígenas que acompañaron a la cumbre, Piñera y otros gobernantes recibieron críticas. Un representante de Amigos de la Tierra de El Salvador, Ricardo Navarro, dijo que en Chile “están matando a las personas por luchar por los problemas sociales”, y que por eso no entiende “cómo el gobierno chileno pretendía organizar la Cumbre del Clima”, ya que “el sistema político está afectando a las personas en el aspecto medioambiental, pero también generando pobreza y violencia”.

Por otra parte, fueron varios los discursos que aludieron al reclamo de los jóvenes, que fueron representados por varios colectivos en el debate “Juventud liderando el cambio”. Uno de esos movimientos es Fridays for Future, que surgió en torno a la adolescente sueca Greta Thunberg, cuya llegada a la cumbre estaba prevista para hoy.

De ese debate de jóvenes surgió el reclamo de participar en la toma de decisiones sobre cambio climático, informó la agencia de noticias Efe. Los jóvenes también pidieron que se brinde educación ambiental y exigieron a los gobiernos que adopten compromisos vinculantes.

Por su parte, los representantes de pueblos indígenas señalaron que ya sufren desde hace tiempo el impacto del calentamiento global en la sequía que afecta sus cultivos, en los cambios en los ciclos de lluvia, y no cuentan con apoyo para sobrellevar estas situaciones. La peruana Liliana Flores dijo que esta situación “arruina las cosechas de papas de los agricultores en la zona de Cusco” y pone en riesgo la vida de su pueblo, “cuya existencia está vinculada con la naturaleza”.