En las primeras horas del día de Navidad se concretó la salida de la cárcel de Paola Pabón, prefecta de la provincia ecuatoriana de Pichincha, cuya capital es Quito, quien llevaba 71 días privada de su libertad luego de que la Fiscalía, alentada por el presidente Lenín Moreno, la acusara de instigar las masivas protestas sociales que se produjeron en el país en octubre.

El mandatario ecuatoriano había señalado que Pabón y varios dirigentes del partido Revolución Ciudadana, entre ellos Virgilio Hernández y Christian González –ambos también liberados ayer– respondían órdenes del ex mandatario Rafael Correa y el presidente venezolano, Nicolás Maduro, con la intención de derrocarlo, en el marco de las grandes protestas populares que se registraron en octubre en todo el país, pero particularmente en Quito.

Figuras internacionales como la ex presidenta argentina Cristina Fernández habían manifestado su solidaridad cuando Pabón fue encarcelada y su caso cobró tal relevancia que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió medidas cautelares en su favor.

Según informó el diario quiteño El Comercio, en la noche del 24 la jueza que está a cargo del caso, Patlova Guerra, revocó la orden de prisión preventiva de los tres. Paralelamente la jueza impuso tres medidas alternativas a la prisión para asegurar la presencia de los sospechosos en el proceso penal. Estas son: prohibición de ausentarse del país, presentarse periódicamente ante la autoridad judicial, y el uso de un dispositivo de vigilancia o tobillera electrónica.