Por tercera vez se reunieron ayer en Barcelona representantes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), en el marco de una serie de encuentros entre estas dos formaciones políticas que tiene como eje central la investidura como presidente del gobierno español del socialista Pedro Sánchez, candidato más votado en las elecciones generales del 10 de noviembre.

El escenario político que quedó luego de los comicios dejó a ERC como la llave de un futuro gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, ya que los 13 escaños en el Congreso del partido republicano catalán eventualmente le darán a Sánchez la posibilidad de llegar a obtener la mayoría en el Parlamento.

Como condición para darle el sí al líder socialista los republicanos exigen una mesa de negociación entre los gobiernos español y catalán, en la que se pueda hablar “de todo”, incluido el ejercicio del derecho a la autodeterminación y la amnistía para los presos independentistas, de acuerdo con lo que informó el diario barcelonés La Vanguardia. Luego del encuentro, las dos formaciones políticas publicaron un escueto comunicado conjunto. En él señalan que ERC, el PSOE y el Partido Socialista de Cataluña se han visto “en un clima de cordialidad” y constatan “avances en la definición de los instrumentos necesarios para encauzar el conflicto político sobre el futuro de Catalunya” que, según indican, desean “abordar desde el respeto y el reconocimiento institucional mutuo”.

Además, durante el encuentro socialistas y republicanos abordaron la recuperación de derechos sociales, civiles y laborales, respecto de los cuales dicen haber encontrado “coincidencias notables”. Los equipos negociadores se han emplazado para verse de nuevo, aunque no han concretado ni el día ni el lugar.

El encuentro de ayer entre los representantes del PSOE y ERC se produjo tras haberse reunido en secreto el lunes en el Consorci de la Zona Franca para fijar el orden del día de la reunión de ayer y tras dejar en claro los republicanos que cualquier posibilidad de investidura se retrasaría hasta enero. La secretaria general de ERC, Marta Vilalta i Torres, comunicó esto el lunes en una rueda de prensa, echando por tierra cualquier especulación sobre la existencia de una sesión para nombrar presidente del gobierno durante las vacaciones boreales navideñas. Por el contrario, la vicepresidenta del gobierno en funciones, la socialista Carmen Calvo, destacó en diálogo con la prensa que “lo importante es que se llegue a un acuerdo que permita lo antes posible una investidura y un gobierno”, aunque matizó que con estas palabras no pretende hacer una “operación prisa”.

Ante este panorama, lo cierto es que las conversaciones entre socialistas y republicanos catalanes seguirán adelante y que es más que probable que en enero Sánchez sea investido presidente del gobierno español.