Una intensa agenda de actividades tuvo este miércoles el flamante presidente argentino Alberto Fernández, que tras la festiva jornada del martes en la que asumió su mandato, comenzó a trabajar en lo que será su gestión de gobierno.

Durante la mañana el líder del Frente de Todos recibió en la Casa Rosada al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel. Según se informó desde el gobierno, en la reunión entre los mandatarios se destacó “la importancia de incrementar el intercambio de remedios y alimentos, con especial énfasis en medicamentos genéricos destinados a los adultos mayores”, según consignó Infobae.

Tras la reunión, en un breve encuentro con periodistas, le lanzó una chicana a su predecesor, Mauricio Macri, porque el aire acondicionado de la sede del Ejecutivo estaba roto. “No sé si el Presidente (por Macri) venía a trabajar, porque el aire acondicionado no funciona y [el calor] es insufrible”, dijo en tono jocoso Fernández, quien luego se trasladó en helicóptero hacia la ciudad de La Plata para estar presente en la asunción de Axel Kicillof como gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Durante su discurso de asunción, el kirchnerista Kicillof anunció que una de sus primeras medidas al frente del Ejecutivo provincial será derogar el último aumento de la tarifa de electricidad dispuesto por la macrista María Eugenia Vidal, gobernadora saliente. El nuevo gobernador bonaerense aseguró que “si una tarifa no puede ser pagada por un jubilado, no es tarifa: es un saqueo”, en referencia a las empresas energéticas. El ex ministro de Economía afirmó además que “la Corte Suprema, en un fallo de 2017, dijo que las tarifas tienen que ser razonables, [es preciso] que las empresas tengan una rentabilidad normal”, y “que todos puedan abonar esas tarifas”.

Luego de la asunción de Kicillof, Fernández retornó a Buenos Aires, donde almorzó con la delegación estadounidense que envió el presidente Donald Trump para el traspaso de mando. La misión estuvo encabezada por Michael Kozak, subsecretario de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado estadounidense, el principal asesor de Trump para América Latina y uno de quienes mejor comprenden la región. En la reunión también participaron también el embajador estadounidense en Buenos Aires, Edward C Prado, y Alex Azar, secretario de Salud estadounidense.

Tras la reunión, en la que entre otros temas se habló sobre la deuda que el Estado argentino mantiene con el Fondo Monetario Internacional, el mandatario argentino viajó a la ciudad de Santa Fe para estar presente en la asunción del peronista Omar Perotti como gobernador de la provincia, que durante los últimos 12 años fue comandada por el Frente Progresista.