Dos cócteles molotov fueron lanzados el martes, víspera de Navidad, contra el edificio que aloja la sede carioca de la productora del programa televisivo Porta dos fundos, como represalia por el episodio especial navideño que el grupo puso al aire este año.
El impacto de los artefactos explosivos desató un fuego que dañó la entrada y la recepción del local, aunque pudo ser extinguido por el guardia de seguridad que estaba en ese momento.
El colectivo informó que las imágenes captadas por las cámaras de seguridad fueron entregadas a las autoridades a cargo de la investigación, y condenó “cualquier acto de violencia”, además de asegurar que seguirán “adelante, más unidos, más fuertes, más inspirados y confiados en que el país sobrevivirá a esta tormenta de odio, y el amor prevalecerá junto con la libertad de expresión”.
El especial de Navidad de este año de Porta dos fundos, que está disponible en Netflix, se titula “La primera tentación de Cristo” y muestra a un Jesús homosexual (interpretado por Gregorio Duvivier) que enfrenta el problema de presentar a su novio (Fábio Porchat) ante su familia. Dios, por su parte, encarnado por Antonio Tabet, aparece como un mentiroso que mantiene una relación triangular con José y María.
La broma no cayó bien entre los fanáticos religiosos. El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, llegó a calificar el capítulo de “basura” y a sus creadores de “personas que no representan a la sociedad brasileña”.
También otros colectivos cristianos expresaron su disconformidad en las últimas semanas por medio de publicaciones en las redes sociales contra lo que consideran una ofensa. Pero tal vez lo más llamativo sea que el propio Congreso tomó cartas en el asunto: una comisión de la Cámara de Diputados consideró pertinente convocar a los representantes de Netflix en Brasil para pedirles explicaciones sobre la obra. Todavía no hay fecha para la comparecencia, informó la agencia de noticias Efe.
Porta dos fundos fue galardonado el mes pasado con el premio a la mejor comedia en la 47ª edición de los premios Emmy Internacional por su programa especial de Navidad del año pasado, cuya historia versa sobre 12 apóstoles afectados por una noche de alcohol en busca de Jesucristo. A pesar del escándalo desatado con el capítulo de este año, la crítica coincide en que no es tan hilarante ni creativo como el de 2018.