Se prevé que la de hoy sea una jornada de gran movilización social en Francia, ya que los principales sindicatos del país convocaron a otra huelga nacional para continuar presionando al gobierno que preside Emmanuel Macron, que mañana dará a conocer en profundidad los detalles de su plan de reforma de las jubilaciones. De acuerdo a lo que informó El País de Madrid, hasta el momento ni el Ejecutivo ni los sindicatos parecen dispuestos a ceder en la pulseada que empezó la semana pasada, cuando la primera convocatoria a la huelga y a manifestarse contra la reforma jubilatoria contó con la adhesión de 800.000 personas –un millón y medio según la versión de los sindicatos– en las calles de numerosas ciudades francesas.

Ayer la paralización de buena parte de los servicios de trenes, metro y ómnibus generaron embotellamientos pocas veces vistos en la región de París y zonas cercanas. El sitio web oficial Sytadin, que controla el tráfico en tiempo real, mostró que hubo embotellamientos que llegaron a superar los 620 kilómetros en los accesos a la capital francesa. El caos se agravó por la lluvia, el viento y varios accidentes, según informó el diario barcelonés La Vanguardia.

En el marco de sus movilizaciones, trabajadores en huelga bloquearon ayer algunas de las terminales de los ómnibus de la empresa municipal RATP para evitar que circularan. Tanto la empresa nacional ferroviaria, SNCF, como la RATP son de las más afectadas por el plan de suprimir los regímenes especiales de jubilación –son 42 en la actualidad, para otros tantos colectivos– e instaurar un sistema universal como el que pretende Macron. El secretario general de la Confederación General del Trabajo, Philippe Martínez, afirmó durante el fin de semana, en una entrevista con Le Journal du Dimanche, que están dispuestos a proseguir indefinidamente los paros si el gobierno no da marcha atrás con la reforma.

Mañana el primer ministro, Édouard Philippe, anunciará los detalles de la reforma jubilatoria. Se espera que incluya concesiones para algunas de las profesiones que resultarán más afectadas por el cambio del régimen previsional, como los maestros y algunas profesiones liberales, así como un calendario de aplicación progresivo de la nueva legislación que les dé tranquilidad a quienes van a jubilarse en los próximos años.