Lejos de acercar posiciones con el gobierno, los sindicatos franceses reaccionaron con un rotundo rechazo a la propuesta de reforma laboral planteada por el presidente Emmanuel Macron, cuyo detalle fue explicado el miércoles por el primer ministro Édouard Philippe.

Según informó el sitio France24, el nivel de oposición a la reforma jubilatoria es tal que la única central sindical que tenía cierta afinidad con el gobierno, la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, comunicó que se sumará a las movilizaciones, que incluyen una huelga en varios servicios que lleva ya ocho días. Por su parte, la Confederación General del Trabajo (CGT), que nuclea a los trabajadores ferroviarios –uno de los sectores más perjudicados por la reforma impulsada por el gobierno–, comunicó que no habrá tregua por Navidad y que seguirá adelante con sus protestas mientras el Ejecutivo no descarte la implementación de la reforma.

“La huelga continúa y lo lamentamos, porque no lo habíamos previsto de esta manera. Nos hemos dado cuenta de que el gobierno no da su brazo a torcer y, por lo tanto, esto va a durar tiempo. No habrá tregua en Navidad, salvo que el gobierno entre en razón”, afirmó ayer el secretario general de la CGT, Laurent Brun, a la cadena de radio France Info. La tónica de los dichos de Brun es la predominante en las entidades que nuclean a los trabajadores franceses, que se niegan a aceptar lo que Macron denominó “la madre de todas las reformas”, que pretende unificar 42 sistemas de jubilaciones en un solo. Una reforma con la que “todo el mundo saldrá ganando”, según Macron.