Los presidentes de Brasil y Paraguay han sido cuestionados a lo largo de sus carreras políticas por su posición ante las dictaduras que gobernaron sus países por décadas. El brasileño, Jair Bolsonaro, se destacó por defender públicamente a represores, mientras que el paraguayo, Mario Abdo Benítez, es hijo del secretario personal del dictador Alfredo Stroessner. Ayer, de visita en Paraguay, Bolsonaro defendió a las dictaduras de los dos países.

Abdo y Bolsonaro se reunieron durante media hora y después participaron en un acto oficial en la central hidroeléctrica binacional de Itaipú. Allí, el presidente brasileño manifestó en un discurso: “Quisiera recordar a aquellos que realmente fueron los responsables de esta obra. Las primeras tratativas [para construir la represa] comenzaron hace tiempo, en el gobierno del mariscal [Humberto] Castelo Branco”. Según informó el diario Folha de São Paulo, Bolsonaro dijo que Castelo Branco fue electo “a la luz de la Constitución vigente en aquel momento”, aunque en realidad lo designó el Congreso después del golpe de Estado que derrocó al presidente João Goulart.

Bolsonaro también recordó al “general muy querido João Baptista Figueredo”, que inauguró la primera turbina de la represa –y fue el último presidente de la dictadura de su país–, y dirigió después sus elogios al dictador paraguayo: “Todo eso no sería suficiente si no tuviera, del lado de acá, un hombre con visión, un estadista, que sabía perfectamente que su país, Paraguay, sólo podría progresar si tuviera energía. Aquí también mi homenaje a nuestro general Alfredo Stroessner”. Sus palabras recibieron aplausos, según la prensa de los dos países.

Después, Bolsonaro se refirió a Abdo, a quien calificó de “un cristiano, un conservador, un hombre de familia”, y agregó: “Esos valores nos trajeron hasta acá”. A su vez, según informó el diario Última hora, el presidente paraguayo dijo que Bolsonaro es “un gran amigo”, habló de la buena relación que mantienen y anunció que el 12 de marzo volverán a encontrarse, esta vez en Brasil.

Sobre el encuentro también habló Bolsonaro. Dijo que “con la gracia de Dios” los dos seguirán juntos por el bien de sus pueblos y remató: “Izquierda, nunca más”.