El viernes se llevará a cabo el concierto Venezuela Aid Live, organizado por el magnate británico Richard Branson, que tiene como objetivo recaudar fondos para enviar ayuda humanitaria al país caribeño. El lugar elegido para el evento fue el puente Tienditas, que une Colombia con Venezuela. Los organizadores explicaron que “no se trata de el típico concierto benéfico que organizan en el primer mundo, que supuestamente es para ayudar a la gente con hambre pero en realidad busca lavar las culpas por la cantidad obscena de comida que se tira allí. En este caso simplemente queremos presionar para que caiga Nicolás Maduro”. Si bien las principales críticas al concierto provinieron del gobierno venezolano, en las últimas horas se sumaron cuestionamientos desde el extranjero, fundamentalmente a raíz de la inclusión del cantante Maluma entre los participantes. “No podemos afirmar que el concierto en sí sea una provocación. Pero poner a Maluma a cantar a pocos kilómetros de la frontera de Venezuela –o de cualquier país, de hecho– es una provocación inaceptable, comparable a un acto de guerra”, declaró Antonio Guterres, secretario general de la ONU. Mientras tanto, fuentes de la diplomacia europea calificaron la presencia de Maluma de “una bomba de tiempo”, ya que podría provocar “una respuesta militar por parte de Nicolás Maduro, quien, al no tener un artista tan malo como Maluma para responder la provocación, recurriría a las armas”.