El juez Claudio Bonadio había citado ayer a la ex presidenta argentina Cristina Fernández para que diera su declaración en ocho casos de corrupción por los que fue imputada, la mayoría vinculados a la llamada “causa de los cuadernos”. La actual senadora llegó al juzgado cerca de las 9.00 para presentar un extenso escrito con el que respondió a las ocho imputaciones y denunció que “no existen pruebas” que la vinculen con los delitos por los que está siendo investigada. “Se han armado un montón de causas para poder citarme a prestar declaración indagatoria y luego procesarme, generando noticias de alto impacto mediático”, concluye el texto judicial.
Sobre la falta de pruebas, Fernández resalta que el expediente de la causa de los cuadernos se inició en base a “simples fotocopias de unos supuestos cuadernos que nunca se vieron y que finalmente dijeron que habían sido ‘quemados en la parrilla de un patio’”. Agrega que hoy, “y a la luz de los testimonios, declaraciones, grabaciones y otras pruebas que han surgido sobre la operatoria del juzgado y la Fiscalía, está más que claro que se procedió de esta manera para que no quedaran huellas de cómo estas personas fueron extorsionadas y sus manifestaciones tergiversadas y/o armadas, claro está, siempre en mi contra”.
Fernández dedica una parte de su declaración al accionar de Bonadio y del fiscal a cargo, Carlos Stornelli, y los acusa de cometer “arbitrariedades” para demostrar, sin éxito, que recibió “coimas por parte de contratistas del Estado” o que cometió “delitos en el ejercicio de la función pública”. Afirma que “han quedado en evidencia las gravísimas irregularidades -por no decir verdaderas actividades delictivas- que fueron llevadas a cabo por el juez y por el fiscal para tratar de inventar pruebas en mi contra”.
Partidarias de Cristina Fernández de Kirchner frente al tribunal federal donde la ex mandataria concurrió hoy por la causa conocida como"cuadernos de corrupción".
Foto: Juan Mabromata, AFP
Pero no sólo apunta a Bonadio y Stornelli: también acusó a “abogados, espías, periodistas, jueces, fiscales y defensores oficiales, cuya actuación descontrolada pone en serio riesgo no sólo el funcionamiento de la Justicia, sino también la vigencia del sistema democrático”. Finalmente, pide que esta red sea investigada “por jueces y fiscales independientes que cumplan con los deberes que les han sido confiados”.
Antes de comparecer ante la Justicia, Fernández divulgó en redes sociales un adelanto del escrito y denunció que las causas en su contra son “armadas” para “hacer operaciones políticas de estigmatización y destrucción de opositores”. En ese sentido, comparó los procesos judiciales con una “película que merecería recibir un Oscar por su originalidad”, y dijo que esta situación “puede comprenderse en el marco de una persecución y ensañamiento al que sólo se atrevieron gobiernos totalitarios en tiempos en que el Estado de derecho se encontraba suspendido”.
La ex gobernante terminó el descargo en redes señalando directamente al gobierno del actual presidente, Mauricio Macri: “Mientras proyectan esa película por la cadena nacional de medios oficialistas, los argentinos y argentinas ya no saben cómo hacer para pagar los útiles del colegio, las facturas de luz, gas y agua, la cuota de la prepaga, las expensas y alquileres, el changuito del supermercado”.