Ayer fue detenido un hombre de 77 años en calidad de indagado por el crimen del grafitero Felipe Cabral en Punta Gorda. El hombre vive al lado de la casa abandonada en donde apareció el cuerpo, y le fueron incautadas varias armas, a las que la Policía Científica les está realizando pericias. La fiscal Mirta Morales le tomó declaraciones ayer de tarde y hoy seguirá la pesquisa, a la espera de los resultados de las pericias, según dijeron a la diaria fuentes de la Fiscalía General de la Nación.

A todo esto, las repercusiones políticas que tuvo el caso siguieron aumentando. El diputado del Partido Colorado Ope Pasquet, integrante de Ciudadanos, escribió en Twitter que “no se sabe quién mató al grafitero Felipe Cabral, ni por qué lo hizo”, pero que desde el Frente Amplio (FA) “decretaron que la culpa es de la campaña Vivir sin miedo”. “¿Fundamentos? Ninguno. Es operación política del oficialismo para sacarse de encima toda responsabilidad por los muertos de cada día”, sostuvo. Luego agregó: “En lo que va del año murieron violentamente más de 50 personas sin que la dirigencia del FA hiciera interpretaciones políticas de esas muertes. Pero mataron a un comunista, y ardió Troya. Para el oficialismo, se ve, es un dato clave el color político de las víctimas”. A su vez, el precandidato por Ciudadanos Ernesto Talvi escribió, también en Twitter, que “no puede quedar misterio ni impunidad” sobre la muerte de Cabral. “Si hay que traer al FBI que lo traigan. No podemos vivir sin saber si hubo motivos políticos. Ni tolerar a los que quieren que los haya, para hacer negocio electoral”, finalizó.

En tanto, el Movimiento Alternativa Socialista del FA emitió un comunicado en el que señaló su “profunda preocupación” por la “escalada de hechos de violencia protagonizados por individuos y organizaciones pertenecientes a la derecha más reaccionaria, que pretenden trasladar realidades que lamentablemente se viven en otros países de la región”. En esa “escalada” enumeraron los “atentados a varios comités de base y locales partidarios”, así como “permanentes denuncias infundadas de corrupción”, “el manejo irresponsable de los medios de comunicación sobre determinados hechos de violencia”, hasta llegar al “asesinato del militante y artista callejero Felipe Cabral”. “Exhortamos al pueblo uruguayo a rechazar este tipo de camino que ha resuelto transitar la derecha política, empresarial y mediática porque apunta a arrasar con la institucionalidad democrática y los logros obtenidos desde la salida de la dictadura hasta nuestros días”, finaliza el comunicado.