El juez Alejandro Madrid concluyó que el ex presidente chileno Eduardo Frei Montalva, que gobernó de 1964 a 1970, fue asesinado en 1982 por orden de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). En su sentencia, emitida después de casi 16 años de investigación, Madrid condenó a seis personas a penas de entre tres y diez años de prisión como responsables o cómplices del magnicidio.

Por entonces, Frei era dirigente de la Democracia Cristiana y una figura destacada de una oposición que era perseguida y eliminada. Poco antes de su muerte, el ex presidente se sometió a una cirugía porque sufría una hernia gastroesofágica. Según el fallo, citado por el diario La Tercera, Frei hizo varias consultas antes de decidir someterse a ese tratamiento. Tenía miedo de que la internación, en ese contexto político, implicara un riesgo para su vida.

Finalmente fue intervenido con buenos resultados, pero días después de salir de la clínica Santa María sufrió complicaciones y debió volver al mes siguiente, en diciembre de 1981. Se le practicó otra cirugía y todavía estaba internado allí en enero de 1982, cuando murió a causa de un shock séptico.

“Hubo un cúmulo de circunstancias anormales, dolosas” en la atención médica que recibió Frei que afectaron a su salud, dijo el juez en una entrevista publicada por el Poder Judicial en su página web. Entre esas irregularidades, afirmó Madrid, hay informes “de paneles de expertos que dijeron que no debió ser intervenido en la forma en que lo fue cuando ingresó a la clínica Santa María” por segunda vez. Además, “en los numerosos peritajes también existió una sustancia química que evidentemente colaboró a la situación definitiva que tuvo el ex presidente”.

De acuerdo con el fallo, cuando Frei fue internado en diciembre, en la clínica “se recibió un aviso, por parte de cercanos a la familia del enfermo, acerca de que este pudiera estar siendo envenenado”, pero “sólo se tomaron medidas para impedir el acceso de extraños a las dependencias donde estaba” alojado, “sin que [se] realizara ningún tipo de exámenes que pudieran determinar la efectividad de lo señalado”.

El juez afirma que “del contenido de las declaraciones de alguno de los integrantes del panel de expertos conformado en el servicio médico legal, aparece como no descartable la presencia de talio [un elemento utilizado en la fabricación de insecticidas] en las muestras obtenidas de los restos del ex presidente”. El fallo agrega que “aunque ello por sí solo, no fuera capaz de producir la muerte, resulta que pequeñas dosis de dicha sustancia, han sido capaces de producir la sintomatología que llevó al reingreso del paciente a la clínica Santa María”.

Cuatro médicos que atendieron al ex presidente fueron condenados: Patricio Silva, a diez años de prisión como autor del delito de homicidio; Pedro Valdivia, a cinco años como cómplice; y Helmar Rosenberg y Sergio González, a tres años como encubridores. Sin embargo, sólo Silva debe cumplir prisión efectiva.

A ellos se suman dos condenados como coautores del asesinato. Recibieron una pena de siete años de prisión Raúl Lillo, un ex funcionario de la Central Nacional de Informaciones (CNI), y el chofer de Frei, Raúl Becerra, que además era informante de esa policía política de Pinochet. También el médico Valdivia trabajaba para la CNI y para la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina).

En el fallo, el juez afirma que entre los indicios de colaboración y de “desarrollo de las actividades dolosas de los autores del delito”, se encuentra el dato de que se mantuvo en la clínica Santa María “a un facultativo que, paralelamente a sus actividades profesionales como médico cirujano, prestaba servicios a los organismos antes revelados”, y que según testigos “deambulaba por la clínica e ingresaba donde no debía preguntando por la evolución del estado de salud del ex presidente”.

“Hoy para la historia de este país queda sentado que Frei Montalva fue asesinado”, dijo uno de los abogados de la familia Frei, Luciano Fouillioux. Dos de los ocho hijos de Frei se dedicaron a la política: el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle y la ex senadora Carmen Frei Ruiz-Tagle. La dirigente manifestó, al conocer el fallo de Madrid, que deja establecido que su padre “fue asesinado por la dictadura cívico militar que encabezó Augusto Pinochet”, que recurrió al “asesinato, la desaparición de personas, la tortura y el exilio”. A su vez, el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle dijo que “leer el fallo es un golpe duro, pero la batalla por establecer la verdad completa del asesinato de Frei no se detiene aquí”, y agregó: “Conocer las responsabilidades políticas será nuestra próxima tarea”.