Según informó El País de Madrid, el papa Francisco le levantó un castigo que impedía administrar los sacramentos al sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal, de 94 años, quien se encuentra internado desde el 4 de febrero, afectado por una infección renal en un hospital de Managua.

El medio español publicó ayer en su edición digital que el Vaticano aún no ha hecho oficial la noticia, pero que el nuncio apostólico en Nicaragua, Stanislaw Waldemar Sommertag, ya se la ha adelantado personalmente a Cardenal y se ha ofrecido a concelebrar con él su primera misa en 35 años. “El pasado sábado día 2, el nuncio Stanislaw Waldemar visitó a Ernesto Cardenal en su casa de Managua, le trasladó un mensaje del papa Francisco, conversaron a solas durante media hora y, tras despedirse, el sacerdote nicaragüense dictó a su secretaria un mensaje de contestación dirigido al Vaticano”, afirma El País.

Cardenal tenía una suspensión a divinis, impuesta por el papa Juan Pablo II en 1984 por formar parte del gobierno sandinista en Nicaragua, que le impedía celebrar misas y administrar sacramentos.