Ayer prosiguió el duelo dialéctico entre los representantes del gobierno venezolano que encabeza el presidente Nicolás Maduro y la oposición que en este momento es liderada por el presidente de la Asamblea Nacional y autoproclamado presidente encargado del país, Juan Guaidó, mientras sigue siendo absolutamente incierto el futuro político de la nación caribeña.

En una multitudinaria movilización que tuvo lugar ayer en Caracas, Guaidó aseguró que la ayuda humanitaria comenzará a entrar en el país a partir del sábado 23 de febrero, operación en la que aseguró que participarán más de 200.000 personas que ya se anotaron como voluntarias para distribuirla entre la población más necesitada. Actualmente hay toneladas de alimentos y medicamentos almacenados en la ciudad colombiana de Cúcuta, muy cerca de la frontera con Venezuela, pero ayer Guaidó anunció que además se abrirá otro centro de acopio de víveres en el estado brasileño de Roraima, también fronterizo con la nación bolivariana.

Por otra parte, el líder opositor aseguró que “no va a existir” una guerra en Venezuela porque no hay nadie dispuesto a defender al gobierno de Maduro. “Cuando 90% de la población quiere cambio, no hay quien detenga ese elemento”, afirmó Guaidó, quien se preguntó también “quién estaría dispuesto a inmolarse por un tipo que no protege a nadie, quién estaría dispuesto a ir a la guerra por una persona que no goza del respaldo popular”.

Por su parte, ayer estuvo en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ubicada en Nueva York, el canciller venezolano Jorge Arreaza, quien denunció ante los representantes mundiales allí presentes el intento de golpe de Estado contra Venezuela y acusó a los miembros del organismo de indiferencia ante tal escenario. “En Venezuela no hay una crisis humanitaria, hay una economía bloqueada y asediada. [...] Ya basta de tanta mentira. Vinimos aquí a defender la verdad de Venezuela”, dijo el diplomático tras su encuentro con los 120 miembros del Movimiento de No Alineados, en declaraciones recogidas por Telesur. El diplomático acusó a Estados Unidos de liderar el golpismo de manera directa y abierta “por primera vez en la historia de América Latina”, y recordó que con anterioridad y contra otros países el gobierno estadounidense había operado como auspiciante pero no como autor.

“Puede pasar cualquier cosa, y no hay reacción” de la ONU, afirmó Arreaza, quien leyó el artículo 4º de la Carta del organismo internacional y recordó los principios de la gesta de la organización, asegurando que esta tiene la credibilidad y el reconocimiento del gobierno bolivariano. “Debemos reformalizar el multilateralismo y evitar que esa dictadura que [Estados Unidos] pretenden imponer en el mundo y en Venezuela, en escala menor, se lleve por delante la vida de hombres y mujeres”, reclamó Arreaza.