El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, pidió al Ministerio de Defensa que lleve adelante las “conmemoraciones debidas en relación al 31 de marzo de 1964”, fecha del golpe de Estado con el que comenzó la dictadura que se extendió hasta 1985. Así lo explicó a periodistas el portavoz de la presidencia, Otavio Rego Barros, quien especificó que esas actividades se desarrollarán en el interior de los cuarteles militares.

Rego Barros explicó que el gobernante brasileño no considera que los hechos ocurridos en 1964 constituyeron un golpe de Estado. En cambio, dijo, opina que “la sociedad reunida y percibiendo el peligro que el país estaba viviendo en aquel momento, juntó a los civiles y militares” para “recuperar y reubicar” Brasil y sacarlo de las manos de las guerrillas de izquierda. “Si todo eso no hubiera ocurrido, hoy estaríamos teniendo algún tipo de gobierno aquí que no sería bueno para nadie”, agregó el vocero. Unas horas después, el ministro de Defensa, el general Fernando Azevedo e Silva, dio más detalles y dijo que las conmemoraciones se materializarán en conferencias, graduaciones militares y en la lectura de un “orden del día”, es decir, una nota que explique lo que sucedió en la fecha recordada. Todos esos actos, precisó en declaraciones citadas por el diario Folha de São Paulo, servirán para “recordar y marcar una fecha histórica que Brasil vivió, con la participación decisiva de las Fuerzas Armadas, como siempre se hizo”. Recalcó además que serán “intramuros”. El ministro aprovechó para criticar que el gobierno pasado, encabezado por el Partido de los Trabajadores, “pidió que no hubiera orden del día” para recordar la fecha.

El vicepresidente de Brasil, el general Hamilton Mourão, también insistió hace unos días en que las conmemoraciones no serían públicas. “Es el primer 31 de marzo sobre la égida del gobierno de Jair Bolsonaro. Se espera que haya algún tipo de conmemoración, digamos así, pero será, obviamente, intramuros”, dijo. Por su parte, Bolsonaro siempre negó que el levantamiento que derrocó al entonces presidente João Goulart haya sido un golpe de Estado.