La crisis política que atraviesa Venezuela entró en una nueva fase desde que las redes eléctricas del país colapsaron el jueves debido a una avería en Guri, la planta hidroeléctrica que proporciona 80% del consumo de fluido de Venezuela. Mientras el gobierno de Nicolás Maduro atribuye lo ocurrido a un ataque de Estados Unidos contra la red de energía venezolana, el autoproclamado presidente encargado Juan Guaidó declaró ayer el “estado de alarma” a causa del apagón. Debido a que no gobierna, su medida tiene un carácter meramente simbólico.

Por otra parte, Guaidó llamó a nuevas movilizaciones para esta tarde para seguir presionando al gobierno de Maduro, y se refirió a supuestos saqueos en almacenes y supermercados de distintas localidades. “No se puede hacer apología de la violación a la propiedad privada, pero tampoco se puede ignorar la desesperación de comunidades que están sin luz ni agua desde hace días y sin poder comprar lo que necesitan con urgencia”, tuiteó.

El enfrentamiento entre oficialismo y oposición tuvo otro capítulo después de que el diario estadounidense The New York Times publicara un informe sobre los incendios de camiones con ayuda humanitaria, el 23 de febrero. Ese día la oposición, con apoyo de diversos gobiernos, intentó ingresar desde Colombia a Venezuela medicamentos y comida. De acuerdo con el periódico, el incendio de dos de esos camiones fue generado por un manifestante opositor y no por la acción de agentes del gobierno, como afirmó la oposición.

La publicación se basó en un análisis de grabaciones de audio no publicadas y en filmaciones que sí se difundieron, incluidas las tomas compartidas por el gobierno colombiano, que también culpó al Ejecutivo de Maduro por el incendio. El diario estadounidense concluyó que el incendio se generó a causa de un cóctel molotov lanzado por un manifestante que intentaba alcanzar a los integrantes de la Guardia Nacional Bolivariana que estaban custodiando el acceso al territorio venezolano; el periódico informó que la tela empleada como mecha para que estallara la mezcla del cóctel se separó de la botella y, ya encendida, voló hacia uno de los camiones.

Según informó la agencia de noticias Efe, ayer una treintena de ciudadanos venezolanos se congregaron frente al edificio de The New York Times y acusaron al medio de desinformar y de tomar partido por haber publicado esta investigación.