A pocos meses de haber nacido, La Alternativa ya sufrió un durísimo revés. El Partido Independiente (PI) abandonó la coalición luego de que la candidata a vicepresidenta, Selva Andreoli (Navegantes), declaró en una entrevista televisiva que en la segunda vuelta de las elecciones no votaría a otro partido que no fuera el Frente Amplio. Esto desató el enojo de los dirigentes del PI, al punto de que prefirieron seguir por cuenta propia. El líder independiente, Pablo Mieres, explicó que sus reparos no comenzaron con el incidente con Andreoli: “Desde el PI empezamos hace algún tiempo a establecer contactos con personas de otros sectores para construir un espacio socialdemócrata, pero no pensábamos que se iban a integrar todos. Al final, La Alternativa terminó teniendo una cantidad de gente mucho mayor que la recomendable. Nos empezó a dar miedo de que se transforme en un partido de masas, algo que, como se sabe, es el primer paso hacia el populismo”.

Si bien la decisión de abandonar La Alternativa se tomó ayer, fuentes de la coalición reconocieron que Mieres ya tenía claro cuál era el camino a seguir. El precandidato relató: “En los últimos días estuve durmiendo muy mal, y en más de una ocasión se me aparecieron en sueños Iósif Stalin y Selva Andreoli redactando el programa de gobierno de La Alternativa”. El precandidato no dudó al afirmar que “lo único que faltaba era que a esa pesadilla recurrente se integrara Fernando Amado diciendo que Fidel Castro fue un hijo de su tiempo”.