El domingo se emitió el tercer episodio de la octava y última temporada de Game of Thrones, la popular y multipremiada serie de HBO. El capítulo, uno de los más esperados por los fanáticos de la serie, se centró exclusivamente en el largamente anunciado enfrentamiento de Jon Snow y Daenerys Targaryen contra el Rey de los Muertos. “No puedo creer que haya llegado este momento. Esta batalla se estaba haciendo esperar tanto que en un momento temí que los años que me quedaban de vida no me iban a alcanzar para ver el final, que me iba a morir antes de viejo. Pero por suerte llegué”, declaró un adolescente de 15 años. Pero las opiniones con respecto al capítulo están divididas entre los millones de fanáticos de la serie. Mientras algunos lo calificaron como uno de los mejores de las ocho temporadas, otros se quejaron porque su planteamiento visual era muy poco claro. “Me dispuse a ver una hora y media de un argumento incomprensible, pero sólo pude divisar manchas en la pantalla”, se quejó un fanático en Twitter. Mientras tanto, un crítico de televisión de la revista Variety escribió: “Fue muy frustrante para los espectadores no poder divisar claramente si habían matado a ese personaje que no se entiende exactamente quién era, o si el que había muerto era ese otro cuya identidad estaba perfectamente clara pero no se sabía cómo había llegado hasta ahí ni qué relación lo unía con los demás personajes”.