El lunes por la madrugada un auto partido en dos tras impactar con el acoplado de un camión conmocionó a la localidad de San Miguel del Monte, en la provincia de Buenos Aires. En el vehículo viajaban un joven de 22 años y cuatro adolescentes de 13 y 14. Todos murieron, excepto una de las chicas de 13, que está internada en estado grave.

La información sobre lo sucedido la dio a conocer la policía. La primera versión fue que se trató de un accidente de tránsito. Enseguida se supo que antes de ese choque, un móvil policial venía siguiendo al vehículo a alta velocidad. Después los vecinos dijeron que habían escuchado disparos: antes y después del impacto.

Las versiones circularon desde el lunes, y, aunque todavía no está del todo claro qué sucedió, lo más cercano es lo que muestra al menos una cámara de seguridad del lugar y algunos videos y lo que cuentan los familiares y amigos de los jóvenes. El domingo a la noche los muchachos salieron a dar una vuelta en auto en San Miguel del Monte, una localidad con poco movimiento durante la noche. Videos tomados por ellos adentro del automóvil muestran que iban escuchando música fuerte y cantando, divirtiéndose mientas el auto avanzaba en una calle desierta y muy iluminada. La cámara de vigilancia muestra que una camioneta policial empieza a seguirlos y acelera, mientras el auto no da señales de que vaya a detenerse. Segundos después un hombre se sale de la ventanilla del móvil policial: lo primero que dijo fue que intentaba iluminar la placa del auto con una linterna, pero todo indica que disparó contra el otro vehículo.

Ni las cámaras ni los testigos vieron qué pasó, pero después de que se escucharan varios disparos se produjo un estruendo: el auto chocó contra el acoplado de un camión que estaba estacionado y se partió a la mitad. Cuatro de sus cinco ocupantes fallecieron en el momento o poco después.

Las especulaciones se multiplicaron, pero todas señalaban a la Policía como responsable por lo sucedido, llegando a insinuarse que la camioneta policial había empujado de atrás al auto para que éste chocara o que el impacto lo había causado un disparo sobre una cubierta.

El fiscal general de La Plata, Héctor Vogliolo, confirmó esta tarde que una de las víctimas tenía una bala en uno de sus glúteos. Además, dijo que se están peritando el auto, para ver si se encuentran orificios de bala, y las armas de los policías, para saber si fueron utilizadas o manipuladas después de la madrugada del lunes. Vogliolo subrayó que el hecho de que un sospechoso no responda a la voz de alto “no amerita el uso de arma de fuego, de ninguna manera”.

El jueves, día en el que se hizo una marcha reclamando justicia para los jóvenes, los siete policías que participaron de la persecución fueron detenidos. Además, fueron separados de sus cargos cuatro jefes policiales, sin que se explicara públicamente por qué.