El precandidato del Partido Nacional (PN) Juan Sartori dijo ayer que no pudo ver los mensajes que le envió uno de sus competidores en la interna, Jorge Larrañaga, en los que le pedía que no denunciara penalmente a los dirigentes que lo habían agraviado, porque su celular tenía la pantalla rota. Alem García, uno de los impulsores de la campaña del empresario, dijo que se trató de un incidente “lamentable”, ya que “con todo el dinero que les pagamos a nuestros asesores, es increíble que no se les haya ocurrido una excusa mejor”.
El enfrentamiento entre Sartori y otros precandidatos nacionalistas se ha intensificado en las últimas semanas, coincidentemente con su ascenso en las encuestas. Ya son tres las consultoras que lo colocan en el segundo lugar, superando a Larrañaga. Ayer, Sartori dijo que la interna del PN era “una carrera entre dos”. Las declaraciones causaron “mucho malestar” entre varios dirigentes nacionalistas, y no sólo en el sector de Larrañaga. “No puede ser que este recién llegado, que tiene apenas unos meses en la política y ni siquiera votó al PN, esté humillando así a Larrañaga, sin haber pagado el derecho de piso correspondiente para hacerlo”, se quejó un legislador herrerista. Un dirigente del “grupo de los intendentes” opinó por su parte que “pegarle al Guapo es una prerrogativa que nuestros dirigentes se deberían ganar a fuerza de trabajo y perseverancia, no con dinero. Yo, por ejemplo, La primera vez que salí a matar a Larrañaga llevaba 15 años de militancia”.