Los abogados del Estado uruguayo se presentaron ayer ante la Corte de Asís, en Roma, en el marco de la apelación en el juicio por el plan Cóndor. El secretario de Presidencia, Miguel Ángel Toma, asistió a la audiencia. Desde el Poder Ejecutivo explicaron que “la decisión de mandar a Toma no fue tanto para mostrar el compromiso del gobierno con la causa, sino más bien para darle un poco de lástima a los jueces. Si los magistrados se dan cuenta de que la posibilidad de hacer justicia con los represores de la dictadura pasa por personas como él, van a entender por qué son ellos los que tienen que tomar el asunto en sus manos”.

En el gobierno consideran que los nuevos aportes a la causa son “contundentes” y van a permitir revertir el fallo en primera instancia. De todas maneras, si el resultado de la apelación es negativo, confían en que “algún accidente permita que se haga justicia con quienes torturaron, asesinaron y desaparecieron a miles de personas”. La fuente consultada expresó que “si bien nuestra tarea como gobierno frenteamplista es perseguir a los represores poco y mal, lo cierto es que en esta vida no todo sale como uno lo desea, y los accidentes ocurren. La verdad es que no se me ocurre bien qué tipo de cosa podría pasar, pero la posibilidad de que se termine haciendo justicia medio como de rebote existe. Cosas más raras han pasado en el mundo de la política”.