La situación del ex jefe guerrillero de las FARC Jesús Santrich, encarcelado por un pedido de extradición de Estados Unidos, liberado y detenido otra vez, generó una de las principales crisis del proceso de paz colombiano. Motivó la renuncia del fiscal general Néstor Humberto Martínez y llevó al ex líder guerrillero Iván Márquez a afirmar que fue un error dejar las armas.

Ayer, el partido de las FARC, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, que se identifica con las mismas iniciales, celebró la decisión de la Corte Suprema de Justicia de dejar en libertad a Santrich, cuyo verdadero nombre es Seuxis Paucias Hernández. “[Estamos] muy contentos con esta decisión, nos parece que se restablecen los derechos de Jesús Santrich, que habían sido violados, y por eso consideramos que es muy importante este fallo”, dijo Carlos Antonio Lozada, senador de la FARC.

También Santrich integra el Congreso, en su caso como diputado, y por eso la Corte Suprema concluyó que tiene fueros parlamentarios, como reclamaban sus abogados. Los propios acuerdos de paz firmados en 2016 establecían que por dos períodos legislativos el partido de la guerrilla desmovilizada tendría cinco escaños en el Senado y cinco en la Cámara de Representantes. Uno de estos últimos le correspondía a Santrich. La corte consideró que el congresista conserva sus fueros aunque “por motivos de fuerza mayor” no pudo ocupar su banca el 20 de julio, cuando le correspondía. En ese momento ya estaba encarcelado por la acusación de la Justicia estadounidense de que cometió delitos de narcotráfico después de la firma de los acuerdos de paz.

En su resolución de ayer, la Corte Suprema dispuso la libertad de Santrich porque fue detenido por decisión de “funcionarios que no tenían competencia para su aprehensión”. Debido a los fueros que tiene el dirigente, le corresponde a la propia Corte Suprema su eventual procesamiento, concluyó este tribunal, y señaló que “se desconocería la dignidad del cargo” si se permitiera que otras autoridades pudieran “investigarlo, juzgarlo o afectarlo con medidas restrictivas de la libertad, sin importar que las conductas que se le atribuyan no tengan relación alguna con las funciones”. Señaló además que “el fuero no es un privilegio personal sino que busca el amparo de la investidura”.

“Celebramos la decisión de la Corte Suprema de Justicia”, que está “apegada a la ley y a la norma”, dijo otro senador de la FARC, Pablo Catatumbo, y le dio a Santrich la bienvenida “a seguir trabajando por la paz y la reconciliación de Colombia”.

También la Justicia Especial para la Paz había dispuesto que Santrich fuera liberado, pero al momento de dejar la prisión, la Fiscalía solicitó otra vez su detención. Ayer, poco después de que se conociera la decisión de la Corte Suprema, la Procuraduría General pidió a ese mismo tribunal que ordene la captura del dirigente para que sea “escuchado en indagatoria por los presuntos delitos de concierto para delinquir con fines de narcotráfico y tráfico, y fabricación o porte de estupefacientes agravado”. La decisión queda ahora, otra vez, en manos de la Corte Suprema.