La Justicia de la provincia argentina de Río Negro declaró culpable al jefe de ginecología de un hospital por no practicar un aborto no punible a una paciente de 19 años, en 2017, en la ciudad de Cipolletti. La joven quedó embarazada como consecuencia de haber sido violada por un familiar.

El juez a cargo del caso, Álvaro Meynet, informó sobre su veredicto pero definirá en las próximas semanas la pena que le corresponde al procesado, que puede extenderse de un mes a dos años de prisión y de inhabilitación para ejercer como médico, informó el diario Tiempo Argentino.

El caso se remonta al 2 de abril de 2017 cuando la joven llegó a atenderse al hospital Pedro Moguillansky de la ciudad de Cipoletti, donde el médico se desempeñaba como jefe del servicio de ginecología. Durante el juicio, él afirmó que había resuelto impedir el aborto, por lo que la joven tuvo que seguir adelante con el embarazo y el bebé fue dado en adopción. Según el fallo, llevó adelante una “maniobra dilatoria” para que la paciente continuara con su embarazo.

La situación llegó a la Justicia debido a la denuncia que presentó la diputada provincial Marta Milesi, que es pediatra y fue autora de la Ley 4.796, que regula y controla la atención sanitaria en casos de abortos no punibles. Durante el juicio, Milesi declaró que en el Hospital de Cipolletti “no se respetaron los protocolos ni los procedimientos”. Luego de la violación, la joven volvió a ser victimizada, señaló. “Sentí que a la víctima la había violado el sistema en la persona que hoy es el imputado. Se hizo todo mal. Sentí vergüenza como médica y como mujer legisladora”, dijo la diputada provincial.

En su alegato, el fiscal Santiago Márquez consideró que el médico ejerció “violencia obstétrica” y que puso su voluntad por encima de la de la paciente. Afirmó que “la tuvieron de incubadora humana” porque “las mismas personas que le negaron el derecho [a abortar] decidieron cuándo iba a parir”. Y concluyó que “la única razón por la cual [el médico] actuó como actuó es que no comulga con los derechos de las mujeres”.

De acuerdo con el dictamen dado a conocer ayer por la Justicia, el ahora condenado se sirvió de su poder como médico y como autoridad en el sistema de salud pública para avasallar los derechos de la paciente. “Hay un valimiento de su posición como profesional médico frente a una joven mujer de escasos recursos comunicativos, como quedó evidenciado en la audiencia”, y que “además no contaba con la contención adecuada desde que sólo se acompañaba de su hermana”, expresa en el veredicto.