La televisión pública egipcia informó que ayer falleció el ex presidente Mohamed Mursi, que gobernó el país entre 2012 y 2013, año en el que fue derrocado por los militares luego de una serie de manifestaciones populares. La muerte del ex mandatario –quien había accedido a la presidencia en las elecciones realizadas luego de la Primavera Árabe, en la que forzaron la renuncia del hasta entonces mandatario Hosni Mubarak– sucedió después de una sesión del juicio que se está realizando contra él, bajo el cargo de espionaje. Según se informó, Mursi, que estaba detenido desde julio de 2013, sufrió un desmayo y fue inmediatamente trasladado a un hospital, donde se constató su fallecimiento. El juicio estaba celebrándose en la Academia de la Policía de El Cairo, adonde Mursi solía ser trasladado en helicóptero para cada sesión desde la prisión de Borg al Arab, ubicada en Alejandría.

El dirigente del grupo Hermanos Musulmanes tenía 67 años y su salud se había deteriorado notoriamente durante los seis años en los que permaneció encarcelado prácticamente de forma permanente. En 2017 un tribunal egipcio había confirmado una cadena perpetua contra Mursi, también por espionaje, y el año anterior había sido condenado a 25 años de prisión por el uso de la violencia y por la muerte de manifestantes durante los disturbios que se produjeron en las inmediaciones del palacio presidencial en diciembre de 2012.

Tanto la familia del ex presidente como organizaciones de derechos humanos habían denunciado en reiteradas ocasiones que el ex presidente era mantenido en régimen de aislamiento y no se le permitían visitas.