Sara Netanyahu, esposa del primer ministro de Israel, fue condenada este domingo en un tribunal de Jerusalén por malversar alrededor de 100.000 dólares de fondos públicos en comidas de lujo. Según medios israelíes, los fiscales del caso aceptaron un acuerdo con la acusada, que deberá pagar una multa y resarcir económicamente al Estado con una cifra próxima a los 15.000 dólares.

De acuerdo con la acusación original contra Sara Netanyahu, por fraude y abuso de confianza, ella y un empleado del gobierno fueron acusados de gastar aproximadamente 100.000 dólares en comidas elaboradas por lujosos restaurantes entre 2010 y 2013, a pesar de disponer, en la residencia oficial, de un cocinero rentado por el Estado. En el acuerdo del domingo, la acusada admitió que se aprovechó injustamente del mal manejo del dinero estatal. Ezra Saidoff, el otro acusado en esta causa, también llegó a un acuerdo con la fiscalía y recibió una multa de 3.000 dólares. “Como en todo acuerdo de culpabilidad, cada parte hace concesiones; a veces, concesiones difíciles”, dijo el fiscal, Erez Padan, en la corte de magistrados de Jerusalén.

El abogado de la acusada, Yossi Cohen, dijo al tribunal que esta ya había sido castigada por la humillación pública a la que, a su entender, fue sometida durante el curso de la investigación. “Cuatro años de denigraciones” constituyeron un “castigo inhumano”, dijo.

Esta no fue la primera condena judicial de Sara Netanyahu: en 2017, se le ordenó pagar decenas de miles de dólares por daños y perjuicios en una disputa con dos ex empleados del servicio doméstico que la acusaron de maltrato y acoso. Además, enfrenta una tercera demanda, por parte de un empleado que denuncia haber sido tratado como un “esclavo”.

Pero, además de las acusaciones contra Sara, en los próximos meses –seguramente, en octubre– quien deberá rendir cuentas ante la Justicia será el propio primer ministro, luego de que el fiscal general de Israel, Avichai Mandelblit, diera lugar a tres acusaciones por soborno, fraude y abuso de confianza, todas ellas negadas por Netanyahu. La intervención de la Justicia eventualmente puede terminar con la carrera política del actual primer ministro, que será candidato en las elecciones legislativas que se realizarán en setiembre. El líder del Likud fue el candidato más votado en los comicios que se realizaron en abril, pero, al no poder conformar gobierno, resolvió disolver el Parlamento y hacer un nuevo llamado a elecciones.