El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está enfrascado en una nueva polémica mediática, esta vez con Megan Rapinoe, una de las referentes del equipo estadounidense que está disputando el Mundial femenino de fútbol en Francia. El lunes Rapinoe metió los dos goles que le dieron a Estados Unidos la victoria 2-1 sobre España. Con ese resultado las norteamericanas se clasificaron a los cuartos de final del torneo, instancia en la que mañana enfrentarán a la selección francesa. Rapinoe, de 33 años, conocida por su activismo social, antes del partido con las españolas no cantó el himno ni se llevó la mano al corazón mientras era ejecutado, lo que le valió el reproche de Trump, que mediante una publicación en su cuenta en Twitter le advirtió a la jugadora que no le “faltara el respeto” a su país.

La polémica fue en aumento cuando Rapinoe, entrevistada por el sitio deportivo Eight by Eight, dijo que no irá a la puta Casa Blanca” en caso de que la selección salga campeona, dudó de que en caso de conseguir el título sean invitadas por Trump. Rapinoe, que ya ganó un Mundial y una medalla de oro olímpica defendiendo a Estados Unidos, fue la primera atleta profesional blanca en arrodillarse ante el himno nacional en protesta por la injusticia social que, a su entender, se vive en su país, siguiendo la iniciativa impulsada por algunos jugadores de fútbol americano negros durante el mandato de Trump.

El presidente estadounidense le respondió vía Twitter que él es un gran fanático del equipo estadounidense y del fútbol femenino, pero agregó: “¡Megan: debería GANAR primero antes de HABLAR!”. “¡Termina el trabajo! Aún no hemos invitado a Megan o al equipo, pero ahora estoy invitando al EQUIPO, gane o pierda. Megan nunca debe faltarle el respeto a nuestro país, la Casa Blanca o nuestra bandera, especialmente porque se ha hecho mucho por ella y por el equipo. Siéntete orgullosa de la bandera que llevas”, agregó Trump, quien ya sufrió varios desplantes de planteles deportivos. Los Cleveland Cavaliers y los Golden State Warriors no se reunieron con el mandatario después de ganar sus respectivos campeonatos de la NBA en 2016 y 2017, y el equipo de fútbol americano Philadelphia Eagles hicieron lo propio después de ganar el Super Bowl el año pasado.

Otra situación que por estas horas genera tensión al presidente estadounidense es el anuncio del fiscal especial Robert Mueller, quien accedió a testificar públicamente ante el Congreso el 17 de julio, después de que los demócratas emitieran citaciones para que lo hiciera. En un comunicado conjunto divulgado, los comités de Inteligencia y de Justicia de la Cámara de Representantes anunciaron que Mueller aceptó comparecer para explicar su investigación sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones de 2016 en Estados Unidos. El informe de Mueller determinó que no hay pruebas de nexos entre el entorno del equipo electoral de Trump y el Kremlin, pero no planteó una conclusión sobre un posible delito de obstrucción a la Justicia por parte del mandatario.